La muestra ha recibido en Alicante 60.000 visitantes.
El crítico de arte Antonio García Villarán afirma que Van Gogh, como ya afirmó la familia del propio pintor en su día, apenas sí era conocido en los años 60 y sus cuadros se vendía relativamente baratos, hasta que a finales de los años 80 un tal Yasuo Goto compró un cuadro de la serie de Los girasoles por 39,9 millones de dólares. Así es como nace la figura de uno de los pintores impresionistas más alabados de la historia, cuya obra podrá disfrutarse a partir de este 26 de diciembre en el Círculo de Bellas Artes (CBA).
Van Gogh Alive The Experience es el nombre que se le ha dado a una exposición que llega desde Alicante, donde la han visitado unas 60.000 personas gracias en parte a lo rompedor de su formato.
El objetivo de la exposición, más allá de compartir la obra del autor, es romper con la lógica clásica de los museos. Nada de silencio por los pasillos, nada de cuadros enmarcados, colgados por las paredes. Van Gogh Alive pretende estimular los sentidos del visitante al tiempo que desentraña algunos de los aspectos más interesantes de la vida del artista. Todo ello a través de luces, música y proyecciones (más de 3.000 imágenes en movimiento) con los que los responsables de la muestra han jugado a fin de recrear un ambiente adicional al que la obra de Van Gogh transmite por sí misma.
La exposición podrá visitarse en el CBA (c/ Alcalá, 42) del 26 de diciembre al 26 de febrero de lunes a domingo en horario ininterrumpido de 10:00 a 23:00 h. (el 31 de diciembre y el 5 de enero, de 10.00 a 17.00; el 1 de enero, de 16.00 a 23.00).
Las entradas estándar costarán 16 euros, 12 euros las de niños entre 4 y 15 años, y 14 euros para estudiantes, mayores de 65, desempleados y personas con discapacidad.