
Los paseantes habituales de la Quinta de los Molinos (calle de Alcalá, 257) ya han advertido el despertar de la primavera en las flores de algunos almendros. Una señal de que el frío se marchará más pronto que tarde dando paso a los días soleados, la ropa ligera y el resurgir de las terrazas.
Este parque, que ha abierto parcialmente este fin de semana y ha cerrado sus puertas tras los daños causados por Filomena, es uno de los rincones verdes más bonitos de la capital, y el lugar de los madrileños para practicar la versión castiza del hanami, la tradición japonesa de contemplar las flores que en el país nipón comienza con la floración de los cerezos (sakura).
🌸 ¡Hoy en la Quinta de los Molinos!
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— Vida de Madrid (@VidaDeMadrid) February 11, 2020
A principios de febrero las primeras flores blancas y rosas empezaron a asomar tímidamente. El frío, la ausencia de sol y el ambiente húmedo no han favorecido la floración de los cerezos. Pero la primavera se abre paso y ya se nota cómo los pétalos empiezan a cubrir las ramas desnudas.
Ya han empezado a florecer muchos de los almendros, pero este fenómeno es prácticamente efímero, por lo que conviene ir a visitarlos cuanto antes: el espectáculo floral solo dura entre dos y tres semanas.
¡Buenos días!
Reabrimos parcialmente La Quinta de los Molinos (San Blas-Canillejas), Fuente del Berro (Salamanca), la Dehesa de la Villa y el Parque del Oeste (Moncloa-Aravaca).
Por favor, respetad las zonas restringidas con balizas.
— José Luis Martínez-Almeida (@AlmeidaPP_) February 20, 2021
Foto: Shutterstock