No es desayuno, pero tampoco comida. Entró en voz baja y sin hacer ruido, pero a día de hoy, hasta tú abuela sabe lo que es el brunch. El resultado de unir el desayuno con la comida tiene cada vez más adeptos y la hostelería madrileña lo sabe, por eso cada vez hay más opciones para tomarlo, pero ¿cuáles merecen la pena? En esta ocasión no hemos querido abarcar demasiado, porque un barrio tan extenso como Chamberí nos ofrece tantas opciones que allá vamos. Ponte ropa ancha y disfruta:
Monkee Koffee
Solo por su café, ya merece una visita. Esta pequeña joya del barrio puede presumir de tener uno de los mejores cafés de la ciudad. Además, tiene el ambiente perfecto tanto para trabajar en el local como para pasar toda una tarde de tertulia acompañada de alguna pieza de su repostería casera, pero en esta ocasión nos centramos en su brunch. Lo sirven a diario de 13 a 16h (los domingos desde las 12h). Hay diferentes opciones (tanto de precio y de menú), pero casi todos suelen tener café, zumo natural y una foccacia o tostas de diferentes ingredientes.
C/ Vallehermoso, 112
Gigi (Meet me Bar)
Además de tener una cheescake que hará que se te salten las lágrimas, su brunch se puede disfrutar en su agradabe terraza (durante los fines de semana). Está compuesto por bebida, un entrante (puede ser yogurt o zumo natural), un primer plato (a elegir entre una cesta con diferentes tipos de panes o un surtido de bollería y un principal, que puede ser una tostada de aguacate y huevo, una hamburguesa… Comenzarás el día con buen pie y mejor sabor por 22€.
Crustó
Puedes disfrutar de su brunch durante los fines de semana y los festivos (entre las 11 y las 15h) y tiene diferentes opciones, aunque todas ellas incluyen una selección de sus mejores panes (son su especialidad). Puedes elegir entre su opción light (14,90€), la reconfortante (16,90€), la energy (17,90€) o la antioxidante 17,90€). Nosotros probamos el reconfortante con yogurt natural y fruta fresca y una selección de quesos acompañados de uvas, nueces y rúcula.
C/ Zurbano, 26
Dray Martina
Uno de los más clásicos y más it de la capital y sin embargo, se aleja de los platos convencionales, como los huevos benedictine. Ofrece tres opciones diferentes: el Lambwich, que incluye un brioche tostado con cordero asado, patatas fritas, yogurt artesano con frutas, zumo de naranja, café, infusión y un cóctel de mimosa. El de Mapple Apple Toast, con una french toast bañada en natillas y con topping de manzanas y sirope de arce, yogurt artesano, zumo de naranja, café y mimosa o el Egg & Veg, con brócoli salteado con zanahoria glaseada, espinacas, quinoa y huevo orgánico, acompañado de yogurt con granola casera, zumo, café y cóctel.
C/ Argensola, 7