ClassicAuto reúne vehículos de otra época para viajar (por carretera) al pasado.
Cómo sobresale ese Mercedes de hace mil años aparcado en plena calle, rodeado de híbridos recién salidos del taller y de otros coches del año de la polca pero sin un ápice de ese postín y esa presencia. Su diseño de época, sus colores que rozan lo hortera, su anacronismo hipster, son factores que nos impelen a sacar una foto o, qué mínimo, a echar una ojeada por la ventanilla.
Esta es la esencia de ClassicAuto, el Salón Internacional del Vehículo Clásico, que celebra su décima edición entre el 22 y el 24 de febrero en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo.
Serán tres plantas destinadas al culto al motor clásico de toda clase de vehículos. En el piso superior habrá motos y coches restaurados, mientras que en las plantas inferiores habrá automobilia, accesorios y recambios que acelerarán los corazones de los manitas con ganas de darle una segunda vida al coche del abuelo.
En los 20.000 metros cuadrados de la exposición lucirán modelos pretéritos de casas que todavía hoy nos hacen quitarnos el sombrero: Aston Martin, Porsche, Bentley, Mercedes, Vespa, Ossa, Lambreta y Harley Davidson, entre otras.