La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobará hoy una modificación de la ordenanza municipal reguladora del servicio de taxis que obligará a que, a partir del 1 de enero del 2018, todos los nuevos vehículos que se incorporen al servicio de la capital sean no contaminantes.
Según datos del Consistorio, cada año se renuevan alrededor de 2.500 taxis y la flota está compuesta por 15.723 vehículos. Por lo que se calcula que en unos seis años la flota estará compuesta exclusivamente por vehículos ecológicos (es decir, eléctricos y de pila combustible) y de cero emisiones (híbridos no enchufables, híbridos enchufables, de gas natural y de gas licuado de petróleo).
La propuesta, incluida en el Plan A de Calidad del Aire, no afectará a los coches adaptados para personas con movilidad reducida dado la menor oferta de este tipo de vehículos. Y es que, según datos del año pasado, en torno a dos de cada tres taxis funcionaban con diésel, el combustible más contaminante.
A fin de impulsar la renovación, el Ayuntamiento continuará con las subvenciones a los taxistas. En el presente año la cuantía destinada fue de hasta 3.000 euros por conductor.