Los Reyes Magos se ponen al volante.
No han cruzado el lejano Oriente en Camello. Tampoco se guían por medio de una estrella enorme. Pero sí que han atravesado el Paseo de la Castellana en hora punta, y en su cerebro está grabado el intrincado callejero de Madrid, dos hazañas igual de loables.
Este año los taxistas madrileños se convierten embajadores de Sus Majestades los Reyes Magos y de Papá Noel para asumir una misión fundamental: llevar regalos a los niños más desfavorecidos esta Navidad.
Así, estos conductores recogerán juguetes donados hasta el 18 de diciembre, sumándose a la campaña navideña de la asociación Ningún Niño Sin Sonrisa.
Durante estas semanas, los pasajeros pueden dejar en el taxi juguetes nuevos o de segunda mano que estén en buen estado. El 20 de diciembre los taxistas llevarán los regalos a la sede de la asociación para que ningún pequeño se quede sin su juguete estas fiestas.