Las increíbles aventuras de Tintín nos han llevado (y llevan a los lectores de todo el mundo a día de hoy) a recorrer todo el planeta viñeta a viñeta en los libros de Hergé, y frame a frame en las películas. Suiza, Italia, Bélgica, Moscú, China, Tíbet, Congo, Marruecos, Chicago, Perú… Incluso, una serie de países inventados (como Nuevo Rico o Khemed) ¡y hasta la Luna! Sin embargo, Tintín nunca pisó España (y mucho menos Madrid).
Suerte que para los aficionados a los cómics de Hergé, el Círculo de Bellas Artes de Madrid acoge la mayor exposición jamás concebida de Georges Remi, creador de Tintín. Hergé. The Exhibition aterrizó el pasado octubre tras haber triunfado en ciudades como París, Quebec o Seúl comisariada por el Museo Hergé de Louvain-la-Neuve (Bélgica).
Suerte, también, que la capital guarda lugares que nos llevan al mundo tintinesco, que abren una puerta a la fantasía de Hergé y que nos retrotraen a las aventuras de Tintín, Milú, el Capitán Haddock o el Profesor Tornasol. ¿Te vienes?
La estrella misteriosa / La psicodelia del Museo de las Ilusiones
Hongos gigantes que explotan, arañas de tamaño descomunal… La estrella misteriosa de Tintín nos hizo soñar con lugares imposibles, cuasi mágicos. Es lo que ocurre en el Museo de las Ilusiones, un lugar en el que nada es lo que parece, en el que todo es posible… en el que no podrás fiarte ni de lo que están viendo tus ojos. Una estrella misteriosa concentrada en cinco salas sorprendentes.
📍 Calle del Doctor Cortezo, 8.
Tintín y el Templo del Sol / Templo de Debod
En este libro, el Capitán Haddock, Milú y Tintín, siguen buscando al Profesor Tornasol (que había sido secuestrado unos cómics atrás, en Las siete bolas de cristal). En su periplo recorren Perú a través de la selva andina desde El Callao (no, nada que ver con nuestra plaza) pasando por Jauja y hasta el templo del Sol, lugar en el que serán apresados. Se salvarán de ser sacrificados en nombre de los dioses incas en el último momento gracias a un eclipse. Gracias a los astros.
No hay mayor templo del sol en Madrid que Debod. Por sus atardeceres, por la magia de las últimas horas de la luz del sol proyectada sobre el templo. Aquí no hay lugar para los sacrificios humanos, solo para las mejores despedidas de los días. Músicos, bailes improvisados, versos instantáneos por unas monedas… y ese halo dorado invadiendo cada piedra de este templo egipcio del siglo II a.C.
El templo de Debod fue donado a España por el gobierno egipcio para evitar que quedara inundado tras la construcción de la gran presa de Asuán. En origen, su interior tenía una capilla dedicada a los dioses Amón e Isis mandada construir por el rey de Meroe Adijalamani. Fue transportado piedra a piedra en el 1972 y se reconstruyó manteniendo la orientación de su ubicación original, de este a oeste.
📍 Calle de Ferraz, 1.
Objetivo: la Luna / Museo Lunar de Fresnedillas de la Oliva
Es difícil escaparse a la Luna, como hizo Tintín (y también Milú) en Objetivo: la Luna. Pero no lo es dedicar un día a visitar Fresnedillas de la Oliva. Aquí se encuentra un curioso museo dedicado a nuestro satélite, en una localidad muy ligado a todo lo lunar. ¿Por qué?
En plena carrera espacial en los años 50, la competencia entre norteamericanos y soviéticos era tal que John F. Kennedy propuso crear la Red de Vuelos Espaciales Tripulados por todo el planeta. Serían 11 estaciones en tierra de las que se construyeron tres, una de ellas… en Fresnedillas de la Oliva.
Curiosamente, fue en Fresnedillas desde donde se mantuvo parte del contacto con la tripulación del Apolo 11. A día de hoy, el Museo sirve como contenedor de todo el conocimiento acumulado al respecto de esta historia así como a la “divulgación de las ciencias planetarias y la exploración espacial”. Imprescindible.
📍 Calle Apolo 11, C.
Las joyas de la Castafiore / La ruta de los palacios afrancesados
Bianca Castafiore llega al palacio de Moulinsart (un palacio inventado por Hergé inspirado en el castillo de Cheverny, en el francés valle del Loira) cargada con sus joyas. Joyas que, evidentemente, perderá inundando el palacio de preguntas, sospechosos y misterios. Un tomo ligero, casi una comedia de enredos, que acaba con un curioso final (spoiler: el que perpetró el hurto no era humano).
En Madrid gozamos de grandes y pequeñas construcciones de aire afrancesado, con esas características buhardillas amansardadas, como podría ser el Palacio de Borghetto. Este fue construido en 1919 como residencia del marqués del Borguetto y, posteriormente, fue utilizado como sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Hoy en día, en sus dependencias se sitúa la Delegación del Gobierno en la Comunidad.
O como el Palacio de Fontagud, proyectado por Narciso Pascual Colomer en 1861 para el banquero José María Fontagud y Gargollo. Sirvió como vivienda familiar pero también para las oficinas bancarias del empresario y hoy en día acoge la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
También el bellísimo Palacio de Saldaña, en la calle Ortega y Gasset, construido en 1903 por Joaquín Saldaña y López como vivienda para los marqueses de Hijosa de Álava. Hace unos meses fue comprado por el grupo Hemisphere por 50 millones para inaugurar próximamente aquí un restaurante. Se llamará Abya y, auguramos, se convertirá en uno de los restaurantes con más encanto de Madrid (los 450 metros cuadrados de jardín hablan por sí solos).
📍 Palacio de Borguetto (Calle Miguel Ángel, 25); Palacio de Fontagud (Calle del Barquillo, 3); Palacio de Saldaña (Calle de José Ortega y Gasset, 32)
Quesito extra: alusiones a España en los tebeos de Las aventuras de Tintín
Aunque el joven reportero nunca puso un pie en territorio español, sí rondó tres localizaciones de nuestra geografía… Tenerife, Vigo y Salamanca. Estas han sido rescatadas por Antonio García Fernández y Pedro J. Rey Sanchiz, tintinófilos y buscadores de alusiones. En el completo vídeo del canal de YouTube de G. Fernández se explican todas estas referencias. Además, recomendamos la lectura del libro Geografías y paisajes de Tintín del periodista y doctor en Geografía Eduardo Martínez de Pisón.