Si este domingo, 22 de agosto, alzamos la vista hacia la inmensidad del espacio, nuestros ojos tendrán ante sí la «Luna Azul», un fenómeno astronómico que ocurre, aproximadamente, cada dos años y medio.
Al igual que sucede con otros fenómenos de este tipo, el nombre no describe el color que adoptará el satélite, ya que este mantendrá su tono gris perla habitual. Entonces, ¿qué tiene de especial esta luna? ¿Por qué se llama así?
La peculiaridad de este fenómeno reside en la desincronización entre el ciclo lunar y el calendario. Por norma general cada mes tiene una luna llena, pero debido a esa desincronización hay ocasiones en las que podemos ver dos lunas llenas en un mismo mes. O lo que es lo mismo, una «Luna Azul».
El porqué de su nombre parece obedecer a una evolución lingüística de su nombre en ingles: Blue Moon. La palabra blue es fruto del inglés antiguo belewe, cuya traducción es «traidor». Por tanto, Blue Moon haría referencia a una luna traidora, o extra, que no estaba prevista.
Cuatro lunas llenas en verano
Con la aparición de este atípico fenómeno viviremos un verano con cuatro lunas llenas. La primera se dio el 24 de junio junto al cambio de estación, la segunda fue el 24 de julio, la tercera será este domingo 22 de agosto y la última, por su parte, tendrá lugar el 21 de septiembre.
Aunque el 100% de su superficie se iluminará el domingo, podremos disfrutar de luna llena durante todo el fin de semana. Para poder admirar este fenómeno solo tendremos que levantar la mirada, aunque sí que se recomienda hacerlo desde un lugar donde no haya contaminación lumínica.