La búsqueda del sitio idóneo para vivir es ardua y puede que interminable. Este planeta es demasiado extenso como para visitar todos sus rincones, y los lugares donde echamos raíces influyen en la decisión de establecernos en un punto u otro del mundo.
Hay viajeros poseídos por el espíritu wanderlust, incapaces de quedarse quietos, y personas a las que un fuerte sentimiento de pertenencia las une a su hogar. Pero unos y otros buscamos lo mismo: dar con el punto en el mapa donde se esconde la felicidad.
Por eso hay estudios como el de la consultora Mercer, de Estados Unidos, que ha publicado su nuevo ranking de las mejores ciudades para vivir.
En esta edición hay una sorpresa muy satisfactoria: Madrid ha subido al puesto 46, mientras que el año pasado estaba en el 49. La razón de su ascenso es que han mejorado la economía y la sanidad, y han bajado los índices de contaminación (gracias, Madrid Central).
Pero también debemos hacer examen de conciencia y reconocer los motivos que casi nos expulsan del top 50 global. Dice la consultora que debemos trabajar contra el crimen organizado, optimizar la gestión del tráfico y estabilizar nuestro entorno político y social.
¿Se convertirá Madrid algún día en el mejor lugar del mundo para vivir? Te recordamos que también es uno de los mejores para estudiar.