Un informe que analiza la contribución de las medidas orientadas a mejorar la calidad del aire y que ha llevado a cabo la organización Transport & Environment revela que Madrid Central es la zona de bajas emisiones que mejor funciona en Europa.
Los efectos de Madrid Central, que entró en vigor el 30 de noviembre, ya se notan en la calidad del aire madrileño. Y destacan por encima de cualquier otra iniciativa de cualquier otra gran ciudad europea –el estudio analiza hasta 250 ciudades–. Los datos revelan que el dióxido de nitrógeno (NO2) se ha reducido en un 32%.
El informe, a pesar de ser puramente cuantitativo, también ha destacado las dos principales razones por las que Madrid Central funciona mejor que las medidas de otras ciudades. Una sería el fuerte nivel de restricciones y otro el alto grado de cumplimiento.
Al mismo tiempo, el informe destaca tres cuestiones esenciales para entender la presencia de este tipo de medidas. Una es que el deterioro de la calidad del aire provoca más de 400.000 muertes al año en la Unión Europea; otra que el 67% de la población de la Unión Europea apoya estas medidas y la última es que ya hay más de 70.000 publicaciones científicas que avalan la utilidad de este tipo de medidas.