Los países que conforman la península ibérica siempre han estado muy unidos. Ya sea por la cercanía geográfica, las similitudes culturales, la gastronomía mediterránea o el buen tiempo. España y Portugal tienen un vínculo especial. Sin embargo, tan solo existe una barrera real entre ellos: su conexión ferroviaria de alta velocidad.
Pese a estar literalmente pegados, los países vecinos presentan un déficit notorio en los servicios de trenes que los unen. Por ello, según la información de CincoDías de El País, el Ministerio de Transportes de España y el de Infraestructuras de Portugal se reunirán con el objetivo de plantear un plan ferroviario que lo solucione. Se espera que la cita tenga lugar el próximo mes de septiembre y que, además de mejorar los tiempos de viaje, los trenes pasen por Badajoz.
Con ello, se pretende recuperar el servicio de trenes entre Madrid y Lisboa, que fue suspendido por la pandemia. Asimismo, más allá de la vuelta de este servicio, se espera determinar cómo serán las conexiones de alta velocidad entre ambos países en la siguiente década.
Intereses diferentes
El plan del Ministerio se basa en que el tren pase por Extremadura para mejorar sus conexiones. La intención pasa, también, por crear un trayecto Madrid-Badajoz que dure 51 minutos. No obstante, desde el Ministerio luso, se considera de mayor relevancia optar por la creación de una línea Atlántica que conecte Lisboa y Oporto con Vigo.
Asimismo, Adif ha habilitado la línea que va de Plasencia a Badajoz para facilitar la conexión con la región extremeña. Lisboa se ha sumado a esta estrategia reforzando las infraestructuras entre el nudo del Entroncamento y Badajoz. Sin embargo, la solución no es del todo viable. España y Portugal no cuentan con una conexión adecuada que ofrezca unos tiempos de viaje óptimos entre sus capitales.
Una conexión esperada por Europa
La Unión Europea insta a ambos países a crear una solución ferroviaria debido a las relaciones comerciales y el tránsito actual de viajeros. Sin embargo, es muy probable que haya dos conexiones diferentes para contentar las demandas de cada país. Adif augura la construcción de un trayecto con paso por Extremadura promovido por España y otro conectado con Galicia, atendiendo a los intereses de Portugal.
Ninguno de los países implicados se encuentra conforme con la situación ferroviaria actual. Por ello, defienden la creación del Corredor del Suroeste Ibérico, un plan que no será factible hasta 2026. Antes de ello deben concluirse las conexiones entre Évora y Elvas y Caía y Badajoz.