
Tienes una hora para salir de una sala; si no lo consigues, pierdes. ¿Qué pierdes? Nada, simplemente pierdes. Quién nos iba a decir hace 20 años que esa premisa se iba a convertir en una de las formas de ocio más populares 20 años más tarde. Los escape rooms, cada vez más reconocidos y disfrutados, llegaron a España hace apenas un lustro. Y sí, llegaron para quedarse.
De hecho, es raro que el local que ha quedado libre debajo de tu casa no lo vaya a coger alguien para hacer un escape room. Es raro que no te regalen la experiencia por tu cumple. Y es raro que no tengas un amigo muy pesado (si es que ese amigo no eres tú) con el tema de las salas de escape.
Ahora bien, el problema, como cualquier otro problema de esta vida, es que hay que elegir. Hay muchísimos escape rooms en Madrid. Y por supuesto que no todos están a la altura. Están de moda y como cualquier otro producto a la moda, hay cosas mejores y cosas peores. Pero para eso estamos nosotros aquí: para probarlos, para diferenciar los peores de los mejores y para hablarte de los segundos.
*Nota: los escape rooms analizados tienen más salas que las mencionadas, pero hablamos de las que hemos probado.
1. EXIT – Atrapado en el Museo
Si es cierto aquello de que la experiencia es un grado, en Exit están sobrecualificados. Exit fue de los primeros escape rooms de Madrid. ¿Y se nota? Se nota. Se nota en que hay ensayo-error y que las cosas han sido probadas hasta alcanzar la excelencia. La de Exit es una sala peculiar (y se nota al probarla) apta para todos los públicos. El contexto, por cierto, es que el vigilante de un museo te ha encerrado por error dentro del mismo. Y tú tendrás que salir. Casi nada.
Jesús del valle, 32.
2. 59:59
Si hay una cuestión por la que destaca 59:59 es por su capacidad inmersiva. Sin hacer mucho spoiler (porque el spoiler en temáticas de escape room debería de estar penado con años de cárcel), te diremos que sois los pasajeros de un crucero. Y te lo crees. Y como no cumplas con lo que tienes que hacer, au revoir.
Calle de Fortunata y Jacinta, 5.
3. Komnata Quest
No sé si esto habla muy bien del escape room, pero cuando le he preguntado a Lucía Mos, compañera de este medio, por el nombre de este escape room (yo no lo recordaba) ha dicho que era “donde creímos que nos matarían”. Bueno, esa frase como carta de presentación no parece muy favorable, pero iremos un poco más allá: sala a oscuras y cadenas. El miedo nace solo. Más que miedo, misterio. El Castillo de Sant’ Angelo es una sala perfecta tanto para iniciarse como para iniciados.
Calle de Núñez de Arce, 14.
4. LEVER Escape Room
Me van a perdonar la soflama y la pedantería, pero ahí va. En una entrevista con Cristina Morales, escritora, esta comentaba que: “se puede hablar de cocina de un modo tan reaccionario o tan escapatorio como se puede hablar de la sanidad pública”. Esto va a lo siguiente: ¿son los escape rooms permeables a la crítica política? Pista: LEVER Escape Room (la sala de La Sede) está muy cerca de Génova.
Calle de Carranza, 5.
5. The X Door
El escape se llama The Haunted Prison y la temática no es de terror (aunque si te llevas algún susto, aceptaremos la crítica en los comentarios). Esto ya de por sí es un enigma. Tienes que entrar en una celda y averiguar porque a Jack Smith desapareció. Hay quien dice que todavía se le puede escuchar.
Calle Gran Vía, 16.