Dulces o saladas, las meriendas en Madrid también son sagradas.
Últimamente en Madrid Secreto estamos muy concienciados con mantener la línea, así que nos tomamos lo de las 5 comidas al día a rajatabla. Si dicen que el desayuno es importante, ¿cómo no lo va a ser la merienda? es el punto intermedio entre la comida y la cena y es la responsable de que no lleguemos a la hora de cenar con ganas de engullir media nevera y media despensa…
¿A quién queremos engañar? Nos gusta comer más que a Homer Simpson en un buffet de rosquillas y tenemos de que convencernos de que no estamos aumentando cada vez más nuestra talla de pantalón sin más…Allá van, meriendas con encanto y…¡muy ricas!:
Chatitas
Muy recomendables para los más castizos. Son unos pequeños bizcochitos con diferentes rellenos y mucha historia, ya que deben su nombre a Isabel de Borbón, heredera de la corona española a la que apodaron como «La Chata». Las venden en cajitas en formato de 6 y de 12 y son ideales para tomarlas a la hora del café. Los bocados son suaves y super esponjosos y los hay con envoltura de chocolate blanco y rellenas de dulce de leche, las rellenas de frambuesa y cubiertas con chocolate negro y las de fresa con una cobertura de chocolate con leche.
C/Jose Ortega y Gasset, 86
Pomme Sucre
Sus croissant son de los mejores de Madrid. Los tienen con chocolate o con almendras (nunca sabemos por cual decantarnos, así que mejor ambos) y los puedes acompañar de un buen chocolate caliente o un café (y la merienda te saldrá por unos 4€). Pero no solo de croissant vive el hombre, también tienen un panettone de vicio y sandwiches para los que sean más de salado. Todo ello dentro de una pastelería con mucho encanto y una decoración muy dulce.
C/ Barquillo, 49
Wanda Café
La decoración nos encanta, el humor te mejora solo con entrar al café porque tiene unos colores muy vivos. Tienen la cocina abierta todo el día, por lo que puedes comer lo que te apetezca, ya que su carta es muy variada (tienen unas ensaladas riquísimas). Pero para la merienda, os recomendamos su increíble galleta de montaña (acompañada con chocolate caliente y helado de vainilla) nada healthy pero muy yummy.
C/ María de Molina, 1
Celicioso
Ya os hemos hablado de él y de otros lugares a los que podéis ir si no podéis consumir productos con gluten. Se ha puesto tan de moda que normalmente suele haber más gente que no es celiaca que la que sí lo es. Y lo entendemos, porque su banoffee (plátano, dulce de leche y mascarpone) su pan de naranja o su brownie de chocolate con leche, están para repetir una y otra vez.
Café bar Delic
Creemos que lo de Delic viene de delicatessen, porque es el primer adjetivo que nos viene a la cabeza para describir sus tartas. No están a un precio muy económico (6€ la porción), pero os recomendamos que vayáis para daros un señor capricho algún día. Tienen una variedad bastante amplia: chocolate con crema de avellanas, dulce de avellana con pistachos…pero nuestra favorita es la de zanahoria. Y si os entra ganas de repetir, podéis ir a comer y seguir disfrutando de las tartas en el postre.
Costanilla de San Andrés, 14
Café de la Luz
En el fondo, nos encantan los lugares con decoración dispar, así que teníamos que poner uno de ellos. Tiene un ambiente muy bohemio y suelen ir actores y artistas. No vayáis con prisas, porque una vez allí, no querréis iros (es muy tranquilo). Su tarta de dulce de leche es un pecado digno de cometer.
C/ La Puebla, 8