La empresa del suburbano admite hasta seis pasajeros por metro cuadrado, cuando el tope máximo es de cuatro.
Viajar cual sardina en lata dentro de un vagón, haciendo equilibrios de acróbata porque hasta el último centímetro de las barras está agarrado por una mano, tiene un límite definido por la ley. Y Metro de Madrid no lo está respetando.
Según el diario EL PAÍS, la memoria de la compañía de transporte subterráneo de 2017 calculaba una densidad de seis viajeros por metro cuadrado, cuando su contrato con el Consorcio de Transportes se estipula que la densidad no debería sobrepasar las cuatro personas por metro cuadrado.
Es decir, que Metro de Madrid ha gestionado el aumento de pasajeros saturando sus vagones en lugar de adaptar las frecuencias y el número de trenes, especialmente durante las horas punta.
Así ha sucedido en todas las líneas del metropolitano. Por ejemplo, en base a los cálculos de EL PAÍS, resulta llamativo que en 2017 Metro ofertara 29.913 plazas para la línea 6 (en el sentido 1), cuando el máximo acordado con el Consorcio era de 21.421 viajeros. Solo en ese recorrido viajaban 8.492 personas más de lo permitido.
¿Será algún día el metro de la capital un medio de transporte donde viajar cómodamente?
Foto de portada: Antena 3