Antes de nada, aclararemos para los más despistados que BIC es la abreviación de Bien de Interés Cultural, título con el que ya cuentan muchos monumentos y lugares de la capital y que recientemente ha recibido esta escultura.
La figura lleva custodiando la Plaza Mayor desde 1848 y aunque está considerada como una de las piezas «más significativas de la estatuaria monumental manierista» y la más antigua de las que se conservan fuera de Italia, no se incluyó dentro del texto que declaró la plaza como Monumento Histórico Artístico en 1985.
Debido a ello, la Comunidad de Madrid ha querido que la estatua ecuestre por fin forme parte de los elementos BIC de la capital, ya que de esta forma, se «aclara su situación legal» y se vincula de «un modo definitivo esta obra al espacio de la plaza, dándole consideración de inmueble y dotándole de un entorno de protección específico», según han declarado desde el Gobierno regional.
El hecho de que algún elemento sea declarado como Bien de Interés Patrimonial (BIP) supone que cualquier actuación que se quiera realizar sobre él tenga que autorizarse antes por la Dirección General de Patrimonio Cultural.