Madrid despide hoy a uno de los mayores ilustradores gráficos de la historia de nuestro país.
De padre gallego y madre catalana, Antonio Fraguas Saavedra, más conocido por la adaptación de su apellido al catalán Forges, ha fallecido durante la madrugada del jueves 22 de febrero. El dibujante ha fallecido a los 76 años de edad a causa de un cáncer según ha informado su familia.
El ilustrador madrileño consiguió retratar el último medio siglo de la historia de nuestro país sin perder un ápice de humor, convirtiéndole en toda una figura en su campo. Su primer dibujo se publicó en 1964 en el diaro Pueblo, de la mano de Jesús Hermida. Aunque no empezó a ser conocido hasta que sus creaciones se publicaron en el diario Informaciones (entre 1967 y 1969). Desde ese momento, sus viñetas nos plasmaron todos los cambios de la sociedad española (desde la época franquista de sus inicios hasta su última etapa, centrada en los efectos de un mundo afectado por el exceso de tecnología).
A él le debemos palabras tan nuestras hoy como ‘bocata’ o ‘muslamen’, que él plasmó en sus dibujos pero que pasaron a formar parte de nuestro vocabulario (y de forma oficial, porque se incluyeron en la RAE). Algunos de sus personajes más memorables son el dúo formado por Concha y Mariano, un matrimonio que te habrá sacado más de una carcajada, Cosma y Blasa, las típicas señoras de pueblo o Romerales, el naufrago más cabezota que hemos conocido.
Su labor en los medios informativos más destacados, como El Mundo o El País y en algunas de las principales revistas de humor, como La Codorniz, El jueves o Hermano Lobo, le otorgaron las Medallas de Oro al Mérito del Trabajo (en 2007) y al Mérito de las Bellas Artes (en 2011), además del Premio Nacional de Periodismo Antonio de Alarcón en 2013. El dibujante también fue nombrado doctor honoris causa de las universidades Migule Hernández de Alcalá de Henares y Elche, entre otros de sus numerosos galardones.
Pero esto es tan solo un pequeño resumen de la larga trayectoria del artista, que también publicó numerosos libros, como El libro de Forges o Historia de aquí. El séptimo arte también pudo disfrutar de su ingenio, ya que dirigió dos películas y varias series en tono de humor.
La llegada de Internet no supuso ningún problema para el ilustrador, sino que le dio una nueva oportunidad de transmitir su humor a las nuevas generaciones que aún no le conociesen.