Las salas de recreativos, igual que las pesetas o la concepción del Atleti como un equipo humilde, son iconos de una época que ya no existe. Eso sí, que tal época ya no exista, no significa que esos elementos hayan desaparecido. Las pesetas existen, pero no tienen valor; esa concepción de Atleti la siguen teniendo muchos de sus seguidores y aún quedan reductos de las salas de recreativos.
Y Next Level Arcade Bar es uno de esos reductos. Pero con un punto a favor muy serio y muy para tener en cuenta. El uso de las máquinas de arcade de este local de apariencia clandestina –está en un sótano– es ilimitado. Es decir, tú te pides cualquier cosa en la barra, coges un taburete, te pones delante de una de las máquinas y se desata un torrente nostálgico. Y juegas hasta que quieras o hasta que sientas que la persona que espera para jugar lleva mucho tiempo esperando.
El concepto, además, conecta con una idea un poco olvidada: el juego digital como experiencia colectiva. La experiencia de gamificación con personas y no con máquinas o con personas que no tienes delante. Aquí no es el youtuber probando un juego (no hay una crítica aquí); aquí es tú y tu grupo de colegas flipando porque, en el máximo nivel de dificultad, hay una tipa que ha alcanzado el 99,5% de aciertos en la máquina de baile.
También hay otra cosa: el Next Level Arcade Bar, como las películas de Pixar, es un vaso comunicador entre infancia y edad adulta. No eres lo suficientemente mayor para ir a este sitio; no eres lo suficientemente joven para dejar de ir. Es un bar, literalmente, para todos los públicos.
Y como es para todos los públicos, pues se llena. Como no podría ser de otra forma. No son suficientes las ¿9? máquinas que hay distribuidas por el local. Máquinas que, por cierto, son multijuegos. No todas, pero sí muchas de ellas que incluyen clásicos como el Street Fighter, el Tetris, el Virtua Tenis o el Sonic. Además de ciertas máquinas específicas como la del Crazy Taxi, el Bishi Bashi o la máquina de baile (¡con más de 4.000 canciones!).
Todo esto lleva a una pregunta: ¿es Next Level Arcade Bar el mejor bar de Madrid? Probablemente no o probablemente sí. En cualquiera de los casos, es un lugar en el que quedarse a vivir: uno solo necesitaría un colchón (y una ducha) para abandonar su casa y echar raíces en un sótano de Malasaña.
Bonus dato intrascendente: Cupido, el grupo de pop más pop del momento, grabó parte de un videoclip en el local.