Madrid quiere ponerse a la cabeza en lo que a consumo de energías renovables se refiere. Prueba de ello es la eliminación de los trámites burocráticos en la instalación de placas fotovoltaicas de autoconsumo.
La acción es consecuencia de ‘Energía limpia para todos los europeos’ la Directiva de el Parlamento Europeo y el Consejo. A través de esta disposición normativa, la intención de la Unión Europea era, por un lado, la de garantizar el derecho a ser autoconsumidor de energías renovables y, por otro, allanar el camino hacia una transición al uso de energías limpias.
Ahora la Comunidad de Madrid, en cumplimiento de la Directiva, no solo facilitará el acceso al no poner trabas sino que ofrecerá ayudas a empresas y comunidades de vecinos. Para ello se hará una inversión de 1.000 millones de euros (entre fondos propios y fondos europeos) de aquí a 2023.
La nueva Ley Suelo de la Comunidad de Madrid (Ley 1/2020, de 8 de octubre) quiere que los procesos de intervención administrativa desaparezcan en medida de lo posible. Aunque sí que hará falta licencia urbanística para los proyectos que alteren la configuración arquitectónica del edificio en cuestión así como para otra serie de supuestos.
Paloma Martin, consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, ha señalado lo siguiente en unas declaraciones recogidas por el diario El Mundo: «La Comunidad de Madrid está instaurando un marco normativo más flexible con medidas de simplificación y reducción de cargas administrativas para favorecer el dinamismo empresarial, las iniciativas emprendedoras orientadas a configurar una región sostenible, y facilitar la vida a los madrileños eliminado trámites innecesarios».
Así, para facilitar la vida a los madrileños y también para crear un contexto que podría derivar en un ahorro del consumo de entre el 50 y el 70%, la Comunidad de Madrid convocará una serie de ayudas (destinadas a placas solares, sistemas de almacenamiento de energía renovable y sistemas térmicos renovables) antes de que acabe el año.