El arte alimenta nuestra mente, pero ¿qué pasa con nuestro estómago? Ya os hemos contado cuales serán los mejores planes para celebrar la Noche de los Museos 2017. Aunque será una oportunidad maravillosa para poder disfrutar en horario especial de las pinacotecas de nuestra ciudad, no podemos olvidarnos de las temidas colas. ¿Y que da más hambre que estar aburrido esperando? En cualquier caso, os dejamos algunas recomendaciones gastronómicas cercanas a los principales museos para que no tengáis que esperar también para comer:
Si estás por El Prado…
No solo estás en uno de los museos más espectaculares de la capital, sino que también tienes mucha tentación gastronómica cerca. El Barrio de las Letras está prácticamente al lado y hay auténticas joyas, como Gofio (C/ Lope de Vega, 9), un restaurante canario en el que continuaréis cultivando vuestra mente, porque sus platos son un regalo tanto para la vista como para el paladar. Su carta es uno de los mejores ejemplos de unir tradición e innovación. Otra buena opción es ir al Pad Thai (Paseo del Prado, 40) y relamerse los dedos con su saté de pollo (es uno de los mejores que hemos probado).
Si os gusta el arte moderno del Reina Sofía…
Hace poco que justo al lado del museo abrió un restaurante, NuBel (C/Argumosa, 43) que bien podría catalogarse como una sala más de la galería, porque es una pasada. Lo mismo pasa con sus cócteles, que se adaptan al gusto de cada persona (cuando vas a pedirlos, te preguntan tus gustos y en base a ellos, te preparan una bebida que siempre acierta). Otra buena opción es El Pedal (C/ Argumosa, 33), por sus cervezas artesanas con sabores bastante originales.
Después de disfrutar del Thyssen
No sabemos si será casualidad o no, pero todos los locales que rodean el «Triángulo del Arte» de Madrid también emanan cierto aire cultural, como La Vega del Arte (C/ Lope de Vega, 20). Sus pintxos de cocina vasco-española son un auténtico gustazo. A poco más de 5 minutos del museo (C/ Jesús, 14) tenéis unas de las mejores hamburguesas de Madrid, en Skyline Diner (dejad hueco para sus tartas caseras).
Tras enamoraros en el Museo del Romanticismo…
Amor a primera vista. Eso es lo que sentimos nosotros con Bar Pajarita (C/ Apodaca, 20). Sus platos son tan raros como ricos y muchos de ellos se sirven en baldosas, ¡arte por todas partes! Otra buena opción, ideal si tenéis amigos vegetarianos o veganos, es La Hummusería (C/ Hernán Cortés, 8), un ejemplo de que comer sano puede ser delicioso.
Después de saber un poco más del ser humano en el Museo Nacional de Antropología
La Casa Luciano (C/ Atocha, 120) sabe que el hombre es un ser de costumbres, por eso saben que con sus raciones y sus bocadillos de toda la vida triunfan seguro. Aunque si queréis una opción más moderna, podéis ir a La Berenjena (C/ Marqués de Toca, 7). Sus platos son muy originales y es muy difícil elegir entre uno, así que ¡pedid para compartir!