En medio del skyline madrileño podría irrumpir, más tarde o más temprano, la silueta circular de una noria de 140 metros de altura sin radios ni eje central que de una vez por todas conectaría Madrid con el cielo por medio de sus 25 cabinas.
El proyecto tiene más posibilidades de hacerse realidad ahora que el Ayuntamiento ha dado su visto bueno a la operación. La vicealcaldesa madrileña, Begoña Villacís, ha hecho pública la decisión a través de su cuenta de Twitter, donde también ha criticado al mandatario de Valencia, Joan Ribó, por vetar la construcción de la noria en su ciudad.
Trabajaremos para que Madrid tenga la noria más grande de Europa
Nos reunimos con los promotores del proyecto que desechó Ribó para buscar localizaciones para esta nueva atracción turística y cultural
Madrid es el refugio de lo que el populismo expulsa https://t.co/YHDTn4FlRT
— Begoña Villacís (@begonavillacis) March 4, 2020
Villacís está al mando de las recién iniciadas negociaciones entre la administración local y la empresa promotora, que ha convertido la capital en su nuevo objetivo después de fracasar en Valencia. La vicealcaldesa quiere que se construya «en dos o tres años, como mucho», según ha declarado recientemente ante la prensa.
Cómo sería (y dónde estaría) el London Eye madrileño
Esta atracción sería la noria más alta de Europa, superando en estatura al London Eye, y tendría la capacidad de transportar a 1.000 personas cada hora en cabinas con un aforo de 40 personas. Su creación vendría acompañada de una terminal de 7.000 metros cuadrados diseñada para acoger conciertos, exhibiciones culturales y eventos sociales.
La ubicación es el punto más espinoso del plan. Para levantar la atracción se necesita una parcela de entre 4.000 y 8.000 metros cuadrados carente de túneles subterráneos y que ofrezca buenas vistas de la ciudad. Todas las miradas estaban puestas en Madrid Río, pero el entorno del Manzanares no parece ajustarse a estas condiciones.
Otros proyectos similares que fueron presentados al anterior equipo de gobierno contemplaban ocupar el Retiro, la Casa de Campo o el parque del Oeste. Sin embargo, el Ayuntamiento nunca aprobó estas posibles localizaciones. Parece que el sur de la ciudad se baraja como opción para levantar la noria con intención de «descentralizar el turismo», en palabras de Villacís.
Las previsiones de la empresa promotora apuntan a la posible creación de 500 puestos de trabajo directos y 3.000 indirectos. El coste total ascendería a 125 millones de euros que se recuperarían en un lustro si un millón de personas visitaran la atracción cada año.
La noria gigante, el sueño frustrado de Valencia
La versión española del London Eye iba a instalarse originalmente en Valencia, pero el proyecto no llegó a buen puerto. La promotora se ha rendido tras cinco años de negociaciones con las autoridades valencianas.
En un principio, la noria iba a instalarse en La Marina, pero el impacto visual que tendría frente al edificio Veles e Vents provocó el rechazo de la idea. Actualmente se pretendía trasladar la construcción a unos terrenos rústicos cerca de l’Oceanogràfic, pero el alcalde de Valencia, Joan Ribó, se ha opuesto a esta idea, lo cual ha llevado a la empresa a desistir y a pensar en Madrid como una nueva posibilidad.
Foto de portada: Circular View S.L.U.