Confían en el crecimiento del número de viajeros en Europa, la mayoría de ellos con aerolíneas de bajo coste, como su mayor baza.
El nuevo aeropuerto Air Madrid City que la ciudad albergará a unos 32 kilómetros de la capital pretende captar el mayor número de vuelos provenientes de aerolíneas de bajo coste.
Y si las cosas le irán muy bien al nuevo aeropuerto si las previsiones de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (Iata) se cumplen. Unas previsiones que calculan que el número de pasajeros en Europa se incrementará los próximos 20 años en 500 millones más.
La competencia directa esta clara: Barajas. Por eso los responsables del nuevo aeródromo planean recortar sus ingresos hasta en un 50 por ciento respecto de su principal competidor. Así, de los 22 euros que Barajas factura con cada pasajero, Air Madrid City ganaría entre ocho y doce euros.
Es por eso que el principal objetivo son las compañías de bajo coste. En declaraciones recogidas por el diario El Mundo, Javier Ruedas, consejero delegado de la empresa constituida con la vista puesta en el nuevo aeropuerto, asegura que «Barajas sólo tiene un 32% de operaciones low cost frente al 69% de El Prat», y apuntan a este repunte de los vuelos de bajo coste como su principal baza de crecimiento y competitividad.