Que la Latina es mucho más que tostas y Rastro (lo cual no está nada mal) ya lo sabes, pero ¿qué más es? Si tuvieras que sorprender a alguien en el barrio, ¿dónde le llevarías? A lo mejor no te descubrimos nada nuevo, porque tú también eres un alma inquieta y te conoces todos sus recovecos, pero por si las moscas, lo vamos a compartir también contigo.
Se trata de Off Latina (C/ Mancebos, 4), un espacio multicultural en el que la creatividad es la protagonista. ¿Por qué? Porque lo mismo puedes celebrar allí tu cumpleaños que dejar a un lado la vergüenza en sus obras de teatro. En ellas apuestan por actuaciones más gamberras y temáticas más atípicas, pero que también merece (y deben) ser contadas, como su obra No es país para negras (todos los viernes y sábados de julio a las 20:00h, excepto los días 14 y 15). Una tragicomedia que no te dejará indiferente por su humor negro. En ella conoceremos desde los ojos de Silvia, una chica negra nacida en el norte de españa a mediados de los 70, como afectaron las canciones populares y los anuncios de una época a toda una generación, la de las mujeres negras Españolas.
Judy Garland y el gigante a diferencia de la obra anterior, no sabemos si te hará reír o no, pero sí que se encargará de que reflexiones sobre el sentido de tu existencia. Y aunque se haga alusión a Judy Garland, el protagonista será Armando Buika, al que tendréis que acompañar desde su salida de los infiernos hasta su llegada al arcoiris. Al igual que No es país para negras, ésta pertenece al colectivo The Black View, una asociación que lucha por conseguir la normalización de los negros en las artes escénicas (puedes consultar las fechas y los horarios en el link).
Y cuando te hemos dicho que el Off Latina es un multiespacio no te mentíamos, porque hace las veces de piano-bar, restaurante, de camping de verano, de sala de conciertos y también puede presumir de producir sus propias obras, como la de Chica del MontOff, una comedia muy ácida sobre la situación actual del teatro alternativo en el que dos actrices intentarán sobrevivir a una “tranquila tarde me microteatro”.
No podemos negar la irresistible oferta de copas y picoteo, así que al terminar las obras, ¿por qué no tomar algo en su bar?