Los 20 metros de diámetro de la paella y las 100.000 raciones habían sido solo una prueba. En 1992 Paellas Galbis cocinó en Valencia una paella que dio de comer a uno de cada siete valencianos que vivían por aquel entonces en la ciudad. Detrás de la iniciativa estaba González Lizondo, de Unió Valenciana, que quería que Valencia tuviera su récord Guiness.
9 años después, Galbis se volvió a liar la manta a la cabeza. Esta vez en Madrid y con el apoyo de Fairy. La marca de detergentes les retó a pulverizar su propio récord y a limpiarla después con 1 litro de su producto. La paella esta vez tenía 21,5 metros de diámetro y podían comer de ella 10.000 personas más.
Situémonos por un momento: Madrid, 2001. Barrio de Moratalaz, tocando con la M-30 y el extrarradio madrileño. 85 operarios, una grúa y una factura de ingredientes para pedir una hipoteca: 6.000 kilos de arroz, 5.500 de verduras, 12.500 de carne, 195 de sal, 28 de especias, 1 de azafrán en flor, 15.000 litros de agua, 1.100 de aceite y 30 toneladas de leña. Éxito o fracaso de récord. Sucedió lo primero.
«Los preparativos duraron 3 meses. Durante la cocción, las 85 personas que trabajaban se coordinaron en 4 equipos, cada uno se quedó con un cuarto de la paella. Entre equipos se hablaba por walkie-talkie y se daban órdenes entre ellos de si había que echar más verdura o lo que fuese», explica hoy, 20 años después, Gema Galbis, gerente actual e hija del fundador.
Paellas Galbis estableció en Madrid un récord que hasta hoy se mantiene y le sirve como la mejor carta de presentación de sus servicios. Esta empresa de L’Alcúdia se ha especializado en paellas gigantes que cocina por todo el mundo.
HACE 20 AÑOS QUE EN MORATALAZ SE HIZO LA PAELLA MÁS GRANDE DEL MUNDO Y A DÍA DE HOY SIGUE SIENDO EL RÉCORD GUINNESS.
¡DIO PARA 110.000 RACIONES! pic.twitter.com/ou1UZTRZde
— Ian Mosailez (@ian_lawcrypt) July 28, 2021
Fotografías cedidas por Paellas Galbis.