
La glorieta de Bilbao y la plaza de Alonso Martínez están conectadas por la calle Sagasta, una vía histórica llena de construcciones señoriales. Entre ellas, el Palacio Torre-Almiranta (también conocido como Sagasta 27), un edificio del siglo XIX diseñado por Eduardo de Adaro. Fue el vizconde Carlos Jiménez y González Núñez quien ordenó construirlo, para residir allí junto a otros miembros de la aristocracia madrileña.
Más de 100 años después de la inauguración del palacio, que pasó de residencia exclusiva a espacio para albergar despachos y oficinas, Persepolis Investments transformará el edificio en una joya residencial de Chamberí con 15 pisos de lujo. Se estima que el proyecto concluya en 2027.
Viviendas renovadas con más de 100 metros cuadrados
El proyecto cuenta con la dirección arquitectónica de Touza Arquitectos y el diseño de Lázaro Rosa-Violán Studio. Según Julio Touza, encargado de la rehabilitación, «la fachada y otros elementos históricos del inmueble necesitan una restauración para garantizar su preservación y funcionalidad». Con la mejora de estos elementos se busca también satisfacer las necesidades modernas (como instalaciones sostenibles), evitando que el palacio quede obsoleto para sus nuevos residentes.
Se estima que las viviendas, con superficies entre los 118 y 538 metros cuadrados —las más grandes tienen capacidad para cuatro dormitorios—, estén entre los dos y los ocho millones de euros, lo que convierte al palacio en uno de los complejos residenciales más exclusivos de la capital.