Así lo confirmó ayer el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos. Las concesiones en los tramos Zaragoza-El Vendrell de la autopista AP-2 y Tarragona-La Jonquera, de la AP-7 vencen en agosto y el Gobierno ha decidido no prorrogarlas, lo que supondrá su liberalización.
Ábalos ha dicho en el Senado que «son 474 kilómetros de autopista y más de 13 millones de vehículos que van a dejar de pagar 500 millones de euros cada año por su uso», dando así lugar «a una nueva red viaria mucho más equitativa, igualitaria y justa entre usuarios y territorios».
El Ministerio encabezado por Ábalos tendrá ahora que decidir cómo se financian estas carreteras, para lo que ya ha recibido la propuesta por parte de la Generalitat.