Hay chapuzas que apañan problemas y chapuzas que detonan una cadena de calamidades difícil de parar. Como, por ejemplo, ocurrió al denominar un barrio madrileño con un topónimo inventado. Parece imposible, pero pasa, y le pasó a Palos de la Frontera hace cientos de años.
Palos de la Frontera o Palos de Moguer: sus vecinas y vecinos siempre se han enfrentado a una designación doble y confusa que, para su alivio, por fin tiene una resolución oficial dictaminada por la Junta Municipal de Arganzuela para echar el cerrojo a la disputa.
Palos de la Frontera es y será Palos de la Frontera, simplemente porque Palos de Moguer jamás existió.
La historia de la chapuza se remonta unos cuantos siglos atrás, a la época en que Cristóbal Colón surcaba los mares y nombraba los sitios a medida que se los iba encontrando. Los historiadores de entonces, llamados «cronistas de las Indias», se hicieron un lío y mezclaron dos localidades recién descubiertas: Palos y Moguer.
El resultado fue la creación de un lugar ficticio que primero cedió su nombre a un barrio del distrito de Arganzuela y después a su parada de metro, inserta en el recorrido de la línea 3.
En 1642 el Consejo Municipal intentó arreglar el desaguisado sustituyendo «Moguer» por la coletilla «de la Frontera». De esta forma el barrio dejaba de aludir al supuesto municipio americano para homenajear a una ciudad (real) de Huelva.
Fue un apaño decente que no duró mucho, porque dos siglos más tarde se inauguró en la zona una calle llamada Palos de Moguer, donde desembocaba el metro, y vuelta a empezar con la chapuza.
En los años 70 la vía de la discordia pasó a llamarse Palos de la Frontera, y Metro de Madrid también rebautizó su estación para que encajara con la nueva denominación. Pero el barrio ha matenido una identidad confusa hasta el día de hoy y la página Decide Madrid ha admitido a trámite el proceso de modificación del nombre del barrio a través de una iniciativa bautizada como “Modificación del Anexo del Reglamento Orgánico de los Distritos para el cambio del nombre del barrio Palos de Moguer por Palos de la Frontera”.
Y es que el 10 de enero de 2018 la Junta Municipal del distrito aceptó llevar al pleno una propuesta de modificación del nombre y es ahora (en este link) cuando se puede votar para acabar con este sinsentido.