A las 14:56 del miércoles 20 de enero tenía lugar un suceso trágico por las consecuencias e insólito por el mero hecho de ocurrir. Una fuerte explosión provocaba que cuatro plantas del nº 98 de la calle Toledo saltaran por los aires. El edificio, propiedad del arzobispado (concretamente de la parroquia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real), actualmente está siendo saneado y desescombrado por los bomberos.
A medida que pasó el tiempo se fueron esclareciendo los hechos y los primeros indicios apuntaban a una incidencia relacionada con un escape de gas. Según han podido saber distintos medios de comunicación, se debía concretamente a una caldera que llevaba días funcionando mal y cuyo arreglo tuvo que demorarse por el estado de las carreteras consecuencia del temporal Filomena.
Según pasaron las horas se conocieron también las terribles consecuencias: tres personas fallecían en el acto y una cuarta moriría durante la jornada de hoy como consecuencia de las heridas causadas por la explosión. Además, once personas eran trasladadas al hospital también por heridas derivadas de la onda expansiva.
Por otro lado, en el edificio colindante, la residencia de ancianos del número 96, no hubo que lamentar heridos. Los ancianos de la residencia fueron refugiados por el SAMUR y los trabajadores estuvieron a resguardo en el Bar Los Tiernos (calle Toledo, 73).