Mañana es el Día del Libro y parece que Cervantes hubiera resucitado para la ocasión con ánimo de iniciarse en el vandalismo literario, si acaso existe tal cosa. El caso es que esta mañana la estación suburbana de Plaza de España se ha despertado con el libro del «Quijote» impreso al completo en las paredes de los andenes de la línea 3.
Don Quijote de la Mancha tiene 381.104 palabras, que no son pocas, pero todo el texto cabe en un solo túnel. No ha sido fácil: se han necesitado 189 planchas de vitrex para reproducir la novela entera, que ocupa 378 metros cuadrados en total.
Los que jamás pasaron del archiconocido arranque del Quijote («En un lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…») pueden hacerle una jugarreta a las editoriales y leerse la gran obra de Cervantes sin salir del metro.
Pero lo advertimos: tal vez acabes tan majareta como el hidalgo que protagoniza el libro. Así que no te asustes si al resurgir a la superficie te encuentras con Quijote y Sancho cabalgando, que esa estatua siempre ha estado en la Plaza de España.