Tras la montaña, a tan solo una hora en coche o en tren de Madrid, está Segovia, la vieja ciudad castellana en la que confluyen los ríos Eresma y Cigüeñuela que la hicieron digna de una de las grandes joyas de la arquitectura romana: el acueducto.
Pero no solo los romanos la consideraron un enclave importante, la ciudad está hecha de retales de la historia que cuentan no solo la suya propia, sino la de todo un país. La mezcla de culturas y religiones en el medievo, el paso de los diferentes reyes y sus fábricas pre-industrialización y, por supuesto, un castillo capaz de inspirar cuentos de princesas, como el de Blancanieves hacen que sea una visita casi obligada –y perfecta– para un fin de semana.
1. Celebrar el 550 aniversario de la Proclamación de Isabel La Católica
Hasta el mes de diciembre, Segovia celebra la Proclamación de Isabel La Católica. Este evento ocurrió hace 550 años en la iglesia de San Miguel y dio inicio a más de tres décadas de reinado que marcarían, para siempre, la historia de España. Con tal motivo, Segovia se engalana y sus calles, plazas e instituciones, acogen y organizan diferentes actividades en conmemoración de la Proclamación. Algunas de ellas, han vendido todas sus entradas; otras, estarán durante semanas para disfrute de todo el que viva o visite Segovia.
Por ejemplo, hasta el 12 de diciembre, la Biblioteca Pública de de Segovia acoge una exposición sobre los autógrafos de Isabel la Católica, así como otros documentos escritos por ella (todos originales), también podremos observar detenidamente la pintura mural de José Luis Saura sobre esta Proclamación, que se ubicará del 4 al 6 de octubre en el templete de la Plaza Mayor.
El 4 de octubre, será la inauguración oficial de la conmemoración de este aniversario; a partir de aquí y durante varias fechas, en el casco histórico se realizará una recreación de azogue medieval, habrá un espectáculo de video mapping con imágenes de la vida de la reina en al Fachada este del Alcázar (el día 4), una degustación de viandas de la época en la Plaza Mayor (con un precio de 2€), talleres gratuitos de danza medieval… así, hasta diciembre. Consulta aquí todas las actividades y programa tu visita «real» a Segovia.
2. Una visita por lo que convierte a Segovia en Patrimonio Mundial de la UNESCO
Un tour para conocerlos a todos. Un tour para sobrevolar los entresijos de la ciudad y las maravillas que la convirtieron en 1985 en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta visita guiada recorre los tótems de la belleza segoviana, empezando por el Acueducto, continuando por la calle Real (trufada por épicos edificios como la iglesia de San Martín o la Antigua Sinagoga Mayor) hasta la catedral.
En el interior de la llamada «la dama de las catedrales» (que incluye también esta visita) lo entenderemos todo: la puerta del Perdón, la torre de la catedral, las innumerables obras de arte sacro de su interior… Continúa este paseo por el barrio de las Canonjías y culmina en el interior del Alcázar.
3. Acueducto de Segovia
Hay símbolos de la arquitectura (o en este caso de la ingeniería) que son tan reconocibles y repetidos que los damos por hecho a pesar de su magnificencia, eso ocurre con el acueducto de Segovia.
Construido entre finales del siglo I y del siglo II d.C., consta de 166 arcos de piedra caliza perfectamente ensamblados sin el uso de mortero, alcanzando una altura máxima de 28 metros. Este prodigio de la ingeniería romana se extiende a lo largo de casi 17 kilómetros y proporcionaba hasta 1976 agua fresca a la ciudad desde la Sierra de Guadarrama, demostrando la habilidad técnica y la durabilidad de la civilización romana.
4. Casa Museo de Antonio Machado
Esta antigua pensión se ha quedado parada en el principio del siglo XX gracias a uno de sus huéspedes: Antonio Machado. Llego aquí para enseñar francés en 1919 y no se fue hasta 1931. Aquí conoció a Pilar de Valderrama, también poeta, a quien dedicaría su obra Canciones a Guiomar.
Todo se conserva tal cual, con sus modestos muebles, salvo que ahora las paredes las ocupan retratos del poeta más joven de la generación del 98.
Calle Desamparados, 5
5. Alcázar de Segovia
Palacio, fortaleza defensiva, prisión, y como decíamos arriba, inspiración para todo tipo de cuentos, el Alcázar de Segovia es uno de los castillos medievales más antiguos de Europa y Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Su construcción se inició en el siglo XII, y de sus muros salieron los fondos para financiar el primer viaje de Colón a América. La estructura presenta una fachada con torres puntiagudas, ventanas geminadas y un foso. En su interior, se pueden admirar lujosos salones decorados con tapices y una impresionante sala del trono donde residieron la dinastía de los Trastámara. Su arquitectura y ubicación estratégica lo convierten en un punto de referencia icónico y una visita obligada para quienes exploran la rica historia de Segovia.
6. Barrio judío
La comunidad hebrea habitó este barrio desde el siglo XII, hasta que fueron expulsados en el Edicto de Granada promulgado por los Reyes Católicos en 1492 y su impronta se ha mantenido. Pasear por las estrechas y curvilíneas calles del antiguo barrio hebreo es una oportunidad de sumergirse en la rica herencia cultural judía de Segovia, un elemento fundamental para comprender el pasado de la ciudad. Si quieres profundizar en cómo vivían, se ha creado el Centro Didáctico de la Judería, ubicado en la antigua casa de Abraham Seneor.
Calle Judería vieja, 12
7. Catedral
Otro edificio de la ciudad que es Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 1985 es la catedral de la Asunción y de San Frutos. Construida entre los siglos XVI y XVIII, forma parte del gótico tardío, ya que en el resto de España y Europa ya se estilaba el estilo renacentista, del que también tiene trazas.
Está situada en la plaza Mayor de Segovia y sus tres pisos de pináculos, arbotantes y gárgolas roban la atención de cualquiera que pase por su alrededor. Emilio Castelar, presidente de la I República, la definió como La Dama de las Catedrales y desde entonces se la conoce como tal.
8. Puerta de San Andrés
La puerta de San Andrés es conocida también como la puerta o arco del Socorro de La Judería. Es la entrada del lado sur de la muralla, una de las pocas que se conservan enteras en España.
Entre otras cosas es peculiar porque tiene dos torres: una redonda (reconstruida) y otra cuadrada. Por aquí se accede al adarve y la parte alta de la muralla, desde donde se puede ver el barrio y cementerio judío.
Calle Martínez Campos
9. La real Casa de Moneda
La Real Casa de La Moneda fue mandada construir por Felipe II y es uno de los ejemplos de arquitectura industrial más antiguos y mejor conservado de Europa. También fue pionera en introducir una manera de producir monedas de manera mecanizada, los denominados ingenios se adelantaron 200 años a la revolución industrial.
Los edificios fueron obra de Juan de Herrera y son claro ejemplo de su estilo, el herreriano que dejo huella en la historia gracias al Monasterio de El Escorial.
Calle de la Moneda, s/n
10. Tour de Tapas por Segovia
Viajar suele tener dos actividades principales: visitar monumentos y comer. Y en Segovia hay muchos platos que probar desde los judiones de la Granja (en Restaurante Duque), pasando por la milhoja de berenjena (gastronomía sefardí en Restaurante Casa Mudéjar) hasta el ponche Segoviano (en la pastelería Limón y Menta). Un buen tour de tapas en el que además se intercale la historia de la ciudad y cocina es la solución a tanta oferta gastronómica.
Plaza Azoguejo, 1
11. Comer cochinillo
Hay quien, a pesar de toda la riqueza cultural de la ciudad, solo viene hasta aquí por un motivo: comer cochinillo. Aunque también se asa de la misma manera que en otras partes de Castilla y León, el de Segovia está protegido por la Marca de Garantía Cochinillo de Segovia y solo puede tener 3 semanas de vida.
También es típico que lo sirvan entero y se parta con un plato, para demostrar la ternura de la carne. Esto lo empezó a hacer Cándido López, dueño del mesón más conocido de la plaza de Azoguejo, el siglo pasado, y la gracia se ha hecho tradición.
12. Romeral de San Marcos (Jardín de Leandro Silva)
Entre piedra y piedra histórica (y tapa y tapa de comida) está bien conocer el verde de la ciudad. El conocido como Romeral de San Marcos, es el legado excepcional de Leandro Silva, renombrado paisajista uruguayo que dejó una profunda huella en Segovia, especialmente gracias a esta, su obra maestra más personal y experimental.
Para poder verlo entero hay que hacer un recorrido de 45 minutos por este oasis botánico único que alberga más de 300 especies de plantas procedentes de todo el mundo y con unas vistas excelentes del Alcázar.
Calle Marqués de Villena, 17
13. La Alhóndiga
Entre los pocos ejemplos que quedan de edificios dedicados al comercio que se construyeron durante el reinado de los Reyes Católicos está la Alhóndiga de Segovia. Conserva su estructura original, en la que se almacenaba y comerciaba con el grano. Tiene una portada de estilo isabelino con los escudos de la ciudad a cada lado y en su interior está dividida en tres crujías con una rampa empinada de acceso que se ha rehabilitado en los últimos años. Desde 1925 es el Archivo Histórico Municipal, pero se puede visitar de manera gratuita.
Plaza de la Alhóndiga, 1
14. Plaza Medina del Campo
Visitar esta plaza es como ver un resumen de la arquitectura castellana en un solo vistazo. Reúne la iglesia de S. Martín de estilo románico y mozárabe, casonas renacentistas del s. XVI con una galería similar a las destinadas a secadero de lana y paños, dejando clara de donde provenía la riqueza de la zona (la oveja merina castellana sigue dando una de las mejores lanas) y una estatua central dedicada al comunero Juan Bravo. Mucha historia condensada en pocos metros.