Hace cuatro meses, Madrid –parte de la ciudad– estaba de luto o en proceso de marchitarse, si me admiten tan mala metáfora. Y es que El Jardín del Ángel –otrora cementerio, ahora la floristería más antigua de Madrid– había anunciado su cierre por desavenencias entre el propietario del terreno y los arrendatarios. De este modo, el mítico local ubicado en la calle Huertas pasaba a engrosar esa lista de negocios-legendarios-que-acaban-de-cerrar. Hacemos bien en usar el pasado porque, contra todo pronóstico, El Jardín del Ángel ha salido de ese club.
Y lo ha hecho gracias a Elsa Valverde y Mercedes Rodríguez quienes, a partir de primavera, serán las nuevas propietarias. En esta nueva etapa está prevista una reforma integral, aunque, eso sí, respetando los elementos originales del local. Al mismo tiempo, se ha anunciado que un jardín vertical cubrirá la parte trasera de la tienda.
Deciamos en el artículo que escribíamos sobre el negocio hace tres meses, cuando se conocio su cierre, que “no es necesario haber entrado, no es necesario saber que era una floristería y ni siquiera es necesario saber que llevaba ahí desde 1889 —más que cualquier ciudadano de Madrid— para saber que El Jardín del Ángel es —era— un espacio icónico de la ciudad”. Y, la verdad, es todo un gusto poder omitir ese era y decir que sí, que El Jardín del Ángel es un espacio icónico de la ciudad. Y lo seguirá siendo por muchos años.