Aún no me explico cómo he podido pasar tanto tiempo sin probar la Red Velvet con lo gocha que soy, pero he de confesar que su color rojo, en lugar de resultarme apetitoso, me daba la impresión de ser empalagoso. ¡¡Qué equivocada estaba!! No sé exactamente su origen, porque cada vez que me pongo a buscarlo acabo saliendo de casa a buscar otro lugar nuevo donde tomar una porción…Así que he querido compartir con vosotros los mejores locales para comer una Red Velvet en Madrid:
La Cocina de mi Vecina: IMPOSIBLE no entrar al ver su escaparate. Nutella cheesecake, de vainilla con dulce de leche y nueces y así hasta empezar a babear. No hay ni una que esté mala y se nota que están preparadas con mucho cariño y cuidado. La red velvet está espectacular, sobre todo porque su frosting no es nada empalagoso. Y además, la relación cantidad-precio es más que adecuada (4,5€ porción de tarta + café).
Corredera Alta de San Pablo, 15
Skyline Diner: no solo tienen unas hamburguesas que te transportan al cielo (os lo contamos aquí) si no que también tienen una de las mejores Red Velvet de la capital. Densa sin resultar pesada y con un frosting de queso super cremoso y lo más importante ¡casera!. Es obligatorio dejar hueco para probarla.
C/ Jesús, 14
Doblecrema Café: es uno de esos lugares que no conoces a no ser que te lo recomienden o tengas la suerte de descubrirlo de repente. Y así fue como nosotros descubrimos esta cafetería con unas increíbles vistas a los jardines del templo de Debod. Es muy espaciosa y luminosa y eso nos encanta. En cuanto a su red velvet, también fue una grata sorpresa. ¡Super esponjosa!
C/ Ferraz, 10
Café del Jardín del Museo del Romanticismo: solo por el entorno ya merece la pena sentarse a tomar algo. Nos sorprendimos con los precios de la carta, porque lo imaginábamos bastante caro y nos equivocamos. Puedes comer de picoteo y a buen precio y luego, para completar el ambiente romántico del lugar, compartir tu red velvet con tu acompañante (aunque yo soy de las que piensan que el postre no se debe compartir).
C/ San Mateo, 13
El Colmao Gastroclub: lo bueno de El Colmado es que tienen dos locales, lo malo es que es difícil hacerse un hueco en ambos. Para comer está bastante bien y más si la comida acaba con su red velvet, que aunque no pudimos saber si ésta era casera o no, el resultado final es más que aceptable. Aunque tenemos que admitir que nos hubiese gustado que la porción fuese algo más grande.
C/ Redondilla, 7
Maria’s Bakery: había que incluir su red velvet en la lista, porque aunque no sigue la tradición clásico, es una variante irresistible. Es de fresa con chocolate blanco y te la tomas con la sensación de que estás en una salita de té inglesa. ¡Ah! Después de la tarta no dejéis de echar un vistado a sus 40 tipos de pan. No saldréis con las manos vacías… Pero sí con el estómago satisfecho.
C/ Zurbano, 15