Juegos de la Play Station 2, guías Repsol del siglo anterior, baldas de estantería buscando una segunda oportunidad, patines de línea de la talla 38, coderas, puzles y adornos de todo tipo y colores. Ninguna de estas cosas te interesa, pero puedes conseguirlas a través del milenario método del trueque.
Más o menos. Esa sería una buena forma de definir ReMad, la iniciativa municipal pro reciclaje que nació en 2016 y que cada vez va cogiendo más forma. La cuestión es la siguiente: el Ayuntamiento ha convertido 16 puntos limpios en lugares de intercambio de objetos.
Puedes registrarte, entrar en la página web (nosotros ya lo hemos hecho) y ver si te interesa algo. Solo por registrarte te dan 100 puntos, lo cual te permite tener acceso a dos productos. El funcionamiento, el tema de los puntos, es el siguiente: si dejas algo útil te dan 100 puntos y si te llevas algo, te quitan la mitad.
Este estimulador de personas con síndrome de Diógenes es completamente gratuito. Y también tiene límites: se pueden dejar diez objetos al mes; se pueden retirar diez objetos al mes. Además, puedes reservar cualquier producto y luego tienes siete días para recogerlo.
La lógica de su uso es parecida a la del rastro: hay que ir a encontrarse algo, más que a buscarlo. A fin de cuentas, parece coherente pensar que si una persona no quiere tener algo en su casa, es muy plausible que tú tampoco lo vayas a querer. Pero, oye, nunca se sabe.