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En España, solo hay dos empresas que se dediquen en exclusiva a la producción de respiradores. Una, Temel, está en Valencia y apenas 15 personas trabajan en ella. La otra, Hersill, está en Mostoles y son 60 sus trabajadores. Hershil define su función en su web: “cuidar de la salud de las personas desarrollando tecnología médica fiable”.
Esta función, entonces, es ahora un tema primordial. Casi una cuestión de estado. Ante un escenario internacional de competencia insana por productos como respiradores (así lo hacía saber María Jesús Montero, ministra de Hacienda), son las empresas españolas quienes han tenido que aumentar su ritmo de producción. Así, tal y como informa El País, en Hersill se hacen turnos de mañana, de tarde y de noche y de lunes a lunes.
No es una cuestión exclusiva de España: en Italia, por ejemplo, incluso el ejército está ayudando en la fabricación de ventiladores. En Alemania se han pedido 10.000 ventiladores a una empresa nacional.
El modelo que se fabrica en Hersill, según se informa en un reportaje de Vozpópuli, es el Vitae 40. La principal ventaja que representa este artículo es su fácil movilidad: se puede usar en ambulancias y en la atención a domicilio.
El aumento de las horas invertidas se define mejor en cifras concretas de producción. Si el mes pasado se fabricaban 10 respiradores a la semana, en Hersill ahora se hacen 100 al día. Y el objetivo, dice el presidente de la patronal del sector tecnológico, Ametic, es llegar a fabricar 200 respiradores al día.
Foto de portada: Hersill