¿Alguna vez os habéis parado a pensar que podríais contar la historia de vuestra vida a base de casualidades? El hecho de que estés ahora mismo leyéndonos es puro azar, podrías estar haciendo cualquier otra cosa pero no: de toda la amplia gama de actividades que podrías estar haciendo ahora mismo, has elegido esta. Y todo, por azar, ese concepto tan estudiado por físicos, matemáticos, científicos y filósofos.
La esencia de la vida.
El azar es lo que hizo que alguien decidiera mezclar melón con jamón para crear una delicia, el que se atrevió a añadir piña a la pizza ganándose la animadversión de medio mundo y el concepto sobre el que se asienta la filosofía del Restaurante Random en la calle Caracas, 21.
Este restaurante & lounge está diseñado para que tengas una experiencia “todo incluido”, pues cada una de sus plantas es un escenario distinto diseñado para satisfacer las necesidades de quien llega aquí por puro azar y está dispuesto a pagar por ello. El plan perfecto es tomarse el aperitivo en el patio que da la bienvenida al cliente-que con el frío está cubierto pero que cuando llegue el buen tiempo promete ser un codiciado punto de reunión; cenar en la primera planta y, si te apetece “desaparecer” en su club secreto (al que solo se accede con contraseña).
Da igual dónde te encuentres, no puedes evitar sentirte exclusivo. Por eso recomendamos ir de negro, para mimetizarte con el ambiente y mirar de reojo a las otras mesas mientras das un sorbo a tu copa de Verdejo. La luz es tenue y la música a un volumen moderado, perfectamente podrían guardar un importante secreto.
El eslogan del Restaurante Random es neotradición para mentes inquietas o lo que es lo mismo, la cocina de tu abuela y tu madre sacada a pasear por Londres y Nueva York de la mano de unos locos de los fogones. No pueden describirse mejor, ya que aunque la carta es breve, demuestra la enorme capacidad que tienen los cheffs de hacer de un plato típico, como una carrot cake o una ensalada, algo exclusivo y novedoso para cualquier paladar.
La carta es breve, pero mejor porque cuesta mucho decidirse. Insisten en lo meticulosos que son a la hora de elegir la materia prima y basta con probar su ensalada de cereales o el secreto ibérico con gratín y salsa de higos para corroborarlo. El azar puede ser ordenado si sabe cómo hacerlo y en sus platos parece que ningún ingrediente ha sido elegido y colocado por casualidad.
Son capaces de convertir en original algo sencillo o muy repetido en otros restaurantes de Madrid y eso también se manifiesta en los postres. Seguramente estéis hartos de ver que en todas partes ofrecen la repostería de moda: brownie de chocolate, tarta de zanahoria, mousse de chocolate…En el Restaurante Random también te vas a topar con estos viejos conocidos pero con pequeños detalles que les hacen sobresalir del resto. La carrot cake, por ejemplo, va con queso de cabra y el brownie se llama tartufo negro y va con mousse de pistacho y crema de arroz con leche.
Un detalle antes de terminar. Dicen que la calidad de un sitio la determina el estado de sus baños. En el Restaurante Random se lo han tomado al pie de la letra y más porque más que esconderlos, como suele hacerse, están orgullosos de ellos. Si tu acompañante pasa demasiado tiempo ahí abajo no es que le haya entrado ninguna indigestión o quiera librarse de ti, es que ha quedado atrapado/a en “la cámara de los secretos” del Restaurante Random…Deberías atreverte a bajar.