Si nos preguntaran por nuestra gastronomía internacional favorita realmente pondrían en un aprieto a nuestros paladares porque… ¿Cómo no incluir la italiana? ¿Y a la japonesa? Sin embargo, tenemos que reconocer que en nuestro ránking la mexicana estaría en lo más alto. Los burritos, los tacos, los nachos… Todo es sinónimo de placer culinario. Y es que para placer el que vivimos en nuestra última gastro-aventura en Ricos Tacos (Avenida Felipe II, 17), una cantina de comida Tex-Mex en el barrio de Salamanca.
En esta aventura mi compañera y yo elegimos la mejor «arma» con la que hacer frente a las distintas adversidades: la michelada. Para los que no sean amantes de esta salada y picante bebida tienen otras «armas», también recomendables, como la margarita de limón o mango, el mojito o el daiquiri de fresa.
Nuestro primer reto fue hacer frente a un gran burrito, el cual se podía diseñar con todos los ingredientes que quisiéramos y un tipo de relleno a elegir entre pollo, chili con carne, cerdo, ternera o vegetal. No hace falta decir que el nuestro no era muy ligero precisamente. Si lo preferís, podéis hacer que este burrito haga un striptease y se quede en un «desnudo» (que viene a ser lo mismo pero sin la tortilla). Ambas opciones son perfectas para compartir.
Tampoco pudimos resistirnos a la oportunidad de enfrentarnos al plato estrella que da nombre a al local: los ricos tacos, que al igual que con el burrito, tenéis que elegir el tipo de carne y podéis echarle los ingredientes que queráis. ¡Estaban padrísimos!
Recomendamos Ricos Tacos especialmente para quedar con amigos y comer a buen precio. A diferencia de otros restaurantes tex-mex, aquí se puede salir con la panza llena por unos 10€ e incluso si preferís disfrutar del picante en vuestra casa, tenéis la opción de take away. Además, si tenéis suerte como nosotros, podréis disfrutar de música en directo y acabar cantando Cielito Lindo a pleno pulmón.
¡Y por cierto! Aunque la Nutella no sea especialmente mexicana, tienen un postre llamado «Nutella Roll» que no tiene desperdicio.
Dicho esto, ¡que viva México y su rica gastronomía!