En Rocambolesc, un helado de chocolate no es un helado de chocolate. Quiero decir, un helado de chocolate siempre es un helado de chocolate, porque lo contrario sería competencia desleal o engaño o lo que sea. Pero en Rocambolesc, el helado de chocolate no es un simple helado de chocolate. Aquí ese mismo sabor lleva grue de cacao, peta-zetas, galleta de chocolate y cobertura de chocolate.
Claro que este helado es solo un ejemplo del torrente imaginativo que acompaña a cada uno de los sabores. Por ejemplo, y como prueba de este derroche de creatividad, está el tema de la colección de Stranger Things (una colección exclusiva que sacaron el año pasado).
Por cierto, los puedes encontrar en dos sitios: en la zona gourmet de El Corte Inglés de Serrano y también en el Mercado de San Miguel.
Esta heladería de vanguardia –ese podría ser el sintagma preposicional que mejor le va– es obra de Jordi Roca, el menor de los hermanos. Con el objetivo de recuperar el mítico –mítico para quien lo frecuentase– carro de postres de El Celler de Can Roca, Jordi Roca creó Rocambolesc. Aunque no como le hubiera gustado: el objetivo era crear un local ambulante, pero la normativa municipal de Barcelona (que es donde nació esta bendita heladería) no lo permitía.
Huelga decir que, contra lo que pudiera parecer, no es necesario hipotecarse para probar algunos de los locos sabores de Rocambolesc. El helado más barato cuesta 3,95€ que, oye, habida cuenta la ubicación del local, la calidad del producto y la autoría del mismo, pues no está nada mal. El resto de precios son los siguiente: el panet (una especie de bocadillo de helado) cuesta 4,95€ y el polo, 4,20€.