Los polvorones, turrones y mazapanes nos invaden en Navidad, pero está claro que el dulce navideño favorito y que da más juego es el mítico Roscón de Reyes. Además, no hace falta esperar al 6 de enero para darse un homenaje con un trozo generoso.
La gracia de este pastel no está solo en la ternura de su masa o en las posibilidades de sus rellenos, sino en los pequeños regalos que esconden, además de la temida haba, que hará que pagues el roscón si aparece en tu trozo. Pero ¿y si, en vez de un haba o figuritas, fuera una joya lo que acabaras mordiendo sin querer? Quizás te darían ganas de devorar el roscón entero en busca de más. Es lo que te puede pasar con los roscones de la chef Cristina Oria, en los que ha escondido 74 joyas: pendientes, pulseras, cadenas y anillos que te esperan entre la masa y la nata y cuyos precios en tiendas oscilan entre 80 y 120 euros.
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La idea de Oria tiene detrás una tierna historia de amor hacia su abuela, a quien da homenaje con esta iniciativa. Según cuenta la chef, hace 70 años, su abuela tenía pastelerías en el País Vasco y, cuando llegaba la Navidad, tenía la costumbre de incluir un brillante entre las sorpresas que escondía en sus Roscones de Reyes.
De esta manera, Oria contactó con la marca de joyería Ágatha para proponerle la idea, quien aceptó y ha colaborado en la iniciativa con 74 piezas que forman parte de las colecciones de joyas diseñadas por Sara Carbonero y María Pombal.
La suerte de dar con una de estas joyas puede llegarte tanto si compras uno de los roscones que ya tienen a la venta en tienda como si te pides una porción acompañada de un chocolate caliente en uno de sus restaurantes. Si decides probarlos, desde Madrid Secreto te deseamos mucha suerte y mejor mordisco.
Foto de portada: Shutterstock