
Con las temperaturas templándose, la tierra rezumando agua y los árboles con nuevos brotes, salir a hacer una ruta de senderismo por los alrededores de Madrid es casi un plan obligado de la primavera. Los ríos de la región, como el Guadarrama, el Jarama o el Henares suelen estar rebosantes y los embalses casi al 100%, así que también es el momento para visitar las riberas y pasear por los humedales. Sin contar con el otoño, la primavera es el mejor momento para conocer la biodiversidad de la Comunidad.
Senda del Agua en El Escorial

La Senda del Agua en El Escorial es una ruta circular de 10,38 kilómetros que une historia, naturaleza y arquitectura. Su recorrido, con un desnivel positivo y negativo de solo 64 metros, la convierte en una opción accesible para todos los niveles, con una dificultad baja y un tiempo estimado de unas cinco horas a pie. Históricamente, esta ruta aprovecha vías pecuarias y caminos reales utilizados por los monarcas para conectar con el Monasterio de El Escorial y otras estancias importantes como Campillo y Monesterio, una antigua residencia real que actualmente está en ruinas.
En primavera, la Senda del Agua es si cabe todavía más atractiva. La ribera del río Guadarrama se llena de flores como peonías, narcisos y gamones, mientras los campos y montañas cercanas se visten de verde vibrante. Además, la ruta permite apreciar elementos históricos como puentes medievales y antiguos sistemas hidráulicos que reflejan la importancia del agua en la economía local.
Cárcavas del Pontón de la Oliva

Una ruta primaveral menos obvia, alejada del típico paisaje verde con flores, son las Cárcavas del Pontón de la Oliva. Ubicadas entre Madrid y Guadalajara, son un espectáculo natural formado por la erosión del viento y la lluvia. Este fascinante paisaje, comparado con escenarios de Marte, atrae cada fin de semana a numerosos visitantes que disfrutan de su singularidad. Son como gigantescas estalagmitas y rascacielos naturales que parecen sacados de una película. Para llegar, es necesario realizar una caminata desde la presa del Pontón de la Oliva, la más antigua de la región, lo que añade un toque aventurero a esta experiencia.
Senda Ecológica de Canencia
La Senda Ecológica de Canencia, ubicada en el Puerto de Canencia, es una ruta circular de aproximadamente 6,5 kilómetros con una dificultad baja, ideal para disfrutar en familia. Su recorrido, que dura entre 1 hora y 45 minutos y 3 horas según el ritmo, atraviesa un bosque rico en biodiversidad con especies protegidas como acebos, tejos y abedules, además de pinos silvestres y melojos. Durante la primavera, el paisaje se llena de un verde vibrante y los arroyos como el del Sestil muestran un caudal abundante, ofreciendo un espectáculo natural único. La Chorrera de Mojonavalle es uno de los puntos más destacados de la ruta, con su cascada que desciende entre rocas creando un entorno mágico.
El punto de inicio es el área recreativa del puerto, accesible en coche por la carretera M-629. La senda cuenta con zonas recreativas y paradas como la Fuente del Hornillo y el Mirador del Norte, desde donde se pueden contemplar vistas impresionantes de la Sierra Norte.
Laguna del Campillo
Esta ruta primaveral está en el Parque Regional del Sureste en Rivas-Vaciamadrid. La Laguna del Campillo es un humedal artificial creado tras la explotación de áridos en la cuenca del río Jarama. Esta ruta circular tiene una longitud de 4,5 km y una dificultad muy baja. El recorrido dura aproximadamente 2 horas y es perfecto para disfrutar del paisaje primaveral, con flores en flor y aves migratorias que llegan a la zona.
En primavera, la laguna se llena de vida con la llegada de aves acuáticas y la explosión de color de las plantas ribereñas. Es un momento ideal para observar especies como garzas y patos, mientras se disfruta del microclima fresco creado por la vegetación de ribera. Además, la ruta ofrece vistas impresionantes de los cortados de yeso y el río Jarama.
Ruta del Bosque Plateado

La Ruta del Bosque Plateado, situada en Guadarrama, es un recorrido circular en el que adentrarse en la naturaleza y a la vez ver restos de la historia reciente del país. Con una longitud de 10,3 km y una dificultad media, este sendero es ideal para aquellos que buscan una experiencia completa en la Sierra de Guadarrama. El desnivel de 350 metros asegura un pequeño desafío para principiantes, mientras que la duración estimada es de 4,5 horas.
En primavera, el Bosque Plateado se transforma en un espectáculo visual. Los pinos laricios, con sus cortezas plateadas, brillan bajo la luz solar, y el sotobosque se llena de vida con helechos y gayubas. Además, se pueden observar restos de edificaciones de la Guerra Civil y aprender sobre la historia de la extracción de resina en la zona.