Candela Igualador sabe respondes a esta respuesta y quiere que la próxima vez que nos la hagan, nosotros también sepamos hacerlo.
Después de leer estas líneas, no sólo podrán contestarla, sino, incluso admirar y tocar esas viejas piedras.
La Muralla Árabe
Madrid es de origen árabe, eso es un hecho indiscutible. Allá por el siglo IX, el Emir Mohamed I, tuvo la necesidad de defender su reino de Toledo mediante una serie de enclaves fortificados. Uno de ellos fue la antigua Mayrit, fundada sobre una loma cercana al río Manzanares y defendida por barrancos muy profundos que actuaban de barrera natural contra enemigos. Allí pronto construirían una fortaleza militar rodeada de una potente muralla de piedra.
Más tarde esa fortaleza se acabaría convirtiendo en el Alcázar de los Austrias, y más tarde en el Palacio Real que todos conocemos. Y de aquellas primitivas construcciones, ¿qué nos queda?
Aunque parezca imposible, algo hay. De milagro, pero ahí está, en la castiza Cuesta de la Vega. Se trata de un tramo de esa muralla de más de 120m de longitud. Se descubrió en 1950 gracias al arabista J. Oliver Asín, que además consiguió que en 1954 la declarasen Monumento Nacional.
El Parque del Emir Mohamed I
Evidentemente, aún estando protegida, no se libró ni del espolio, ni de la desidia de nuestros gobernantes. Un lienzo de esa muralla se conservaba en lo que sería hoy el edificio de viviendas de la calle Bailen 12 (que tiene un ilustrísimo vecino). Estos restos se destruyeron en 1960 con el consentimiento de las autoridades municipales, que hicieron caso omiso de la declaración Monumento Nacional. Hoy día podemos ver algunos restos en su aparcamiento. Incluso han destruido una parte para abrir una puerta que da acceso a su cuarto de basuras. Lamentable.
En 1987 siendo Juan Barranco alcalde de la ciudad, lo que quedaba de muralla se restaurará y consolidará, creando el Parque del Emir Mohamed I. Tampoco entonces le dio la importancia que merecía.
Sería en abril de 2011 después de su rehabilitación en 2009 se abrió al público el Parque Emir Mohamed I y desde donde pueden verse e incluso tocarse aquellas viejas piedras que dieron pie a un casi olvidado lema de Madrid: “Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, éste es mi lema y mi blasón”.
El parque está presidido por una fuente con forma de estrella de seis puntas. Su conservación está en manos de la Fundación de Cultura Islámica que está trabajando junto con el Ayuntamiento en la creación de un jardín de inspiración andalusí.
Hay una segunda fase que pretende crear un centro de interpretación de la muralla árabe y del Madrid musulmán. Por desgracia, esta decisión tendrá que esperar hasta que le lleguen fondos suficientes.
Parque Emir Mohamed I
Cuesta Ramón, 1
Frente a la Cripta de La Catedral de la Almudena
Entrada libre
Abierto Fines de semana.
Metro : Opera o Plaza España