Puede que algunos no lo sepáis, pues el estado de la fachada de la casa del famoso médico está tan desgastado que para averiguar que esa fue su residencia hay que pararse a leer la placa conmemorativa que la identifica.
La historia que hay dentro del 64 de la calle de Alfonso XII pronto desaparecerá y lo hará por completo, pues lo único que se conservará será la fachada (que se encuentra en obras desde el verano pasado), ya que el interior se transformará por completo para construir 7 viviendas de lujo.
Los apartamentos se levantarán sobre el palacete, que tiene 4 plantas y un ático que hace las veces de terraza y contarán con jardín, gimnasio y estacionamiento robotizado. Desaparecerá el laboratorio del doctor, situado en el sótano, en el que realizó grandes investigaciones entre 1911 y 1934.
La verdad es que nos hubiese gustado que su destino fuese otro, como por ejemplo, haber rehabilitado las estancias del aclamado médico y que hubiesen podido visitarse.
Y vosotros, ¿qué opináis?