Hay personas que tienen cara de llamarse de una forma concreta y otras con sobrenombres que anticipan su personalidad. Con el (los) restaurante Sanissimo ocurre algo similar: su nombre funciona como spoiler. Efectivamente: la comida de Sanissimo es sana, pero no solo eso: también es ecológica, vegetariana, versátil, variada y divertida.
De alguna forma el epíteto que ha venido acompañando a este restaurante que suma ya tres restaurantes en la capital es el de paraíso veggie. Y no es para menos: contra el cliché de que los veganos apenas tienen nada más allá de fritos, Sanissimo se erige en respuesta positiva.
Aquí hay un hummus de remolacha y de espinaca que se sirve con focaccia de carbón vegetal, hay wraps que quitan el sentido y hamburguesas (el plato fuerte de la carta) de primerísimo nivel. Como es el caso de La Hípster: doble carne de hamburguesa de no pollo vegano con calabaza, calabacín, berenjena al horno, tomate, aguacate, canónicos, veganesa y mostaza dulce. La originalidad es la nota común en cada uno de los platos: todos ellos están cubiertos de un despliegue imaginativo.
Algunos platos son autenticas torres de jenga: acumulación de ingredientes perfectamente orquestados con una precisión y una armonía perfecta. Un caso claro es la tarta de zanahoria acompañada de una bola de helado de horchata y chocolate. El equilibrio también se representa en la propia identidad del restaurante. Su mera existencia supone el punto de unión entre salir a comer fuera durante el verano, disfrutar de una buena comida y no fastidiar la operación bikini.
Calle del Barco, 8; calle de Campomanes, 5; paseo de la Florida, 37.
Alrededor de 20€.
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