«Cinco minutos (y cuatro días más) para la cuenta atrás». La estación de Gran Vía reabre sus tornos en apenas una semana, y con la colosal réplica del emblemático templete de piedra de Antonio Palacios custodiando la salida principal. Muchos de los miles (millones, de no haber sido por la pandemia) de ciudadanos y visitantes fantaseaban con la idea de atravesar de nuevo los bajos fondos de Gran Vía. Los deseos se cumplirán el viernes 16 de julio.
Han sido necesarios varios años de espera para llevar a cabo la remodelación integral de la estación, cuyas instalaciones pueden presumir de ser las más vanguardistas de toda la red madrileña, gracias a detalles como la implantación de tornos futuristas y las nuevas máquinas de venta.
Han sido más de dos años obras de remodelación y ampliación con un resultado que no deja lugar a dudas: 14 nuevas máquinas de última generación, 17 dispositivos de control de acceso, seis de esos tornos están adaptados a personas con movilidad reducida en un lobby de 2.000 metros cuadrados. ¿Y el secreto? En el segundo nivel, se exhibirán los restos arqueológicos descubiertos durante el proceso de excavación.