En los puestos altos de los índices internacionales de vacunación y ya en el 78%, rebasando la cifra en la que se fijaba la inmunidad de grupo, España está ya en lo que podemos llamar con mucha prudencia el final de la epidemia. Y con ello, el fin de todas las restricciones derivadas de ella. No obstante, Carolina Darias, ministra de Sanidad, indicó que «son cifras excepcionales y nos coloca como referentes en Europa, pero no hay que bajar la guardia».
Si en junio nos despedimos (siempre que se mantenga la distancia de seguridad) de la mascarilla en exteriores, los próximos meses se considerarán claves para poner punto final a la mascarilla en espacios cerrados. Carolina Darias se pronunció ayer a este respecto e indicó que el final de las mascarillas en interiores podría llegar en la primavera de 2022.
Sin embargo, ese futuro es una incógnita que no carece de polémica entre los mismos expertos. Ashish Jha, decano de la Escuela de Salud Publica de la Universidad de Brown, opinaba hace unos meses en unas declaraciones recogidas por TMZ que “hacer obligatoria la mascarilla para personas con la pauta completa no tiene ningún sentido”. Por otro lado, Anthony Fauci, uno de los principales expertos en enfermedades infecciosas, dijo también hace unos meses que las personas totalmente vacunadas podrían considerar el uso de mascarillas en interiores para protegerse. El doctor César Carballo, en declaraciones a La Sexta, dijo que «Yo esperaría por lo menos hasta después de navidades y ver si hay nueva variante o no».
En cualquier caso, la posibilidad de abandonar la obligatoriedad de mascarilla en interiores es una decisión sanitaria que está supeditada al avance de los datos epidemiológicos. No obstante, la primavera de 2022 es un objetivo firme en el que se trabaja.