Siempre he querido aprender a degustar un buen vino. No sé, creo que es algo de lo que hay que tener un conocimiento básico, más en estos tiempos de postureo que corren. Mi padre siempre dice lo mismo: “si no sabes de vinos, que al menos lo parezca” y para eso, lo primero que hay que hacer, es ir al sitio adecuado.
Lo primero que uno tiene que saber es que los vinos son tintos, blancos o rosados, que la crianza es la edad que tienen y que no por tener más años no es mejor, error que por cierto se suele cometer. Llenar la copa hasta arriba es una horterada, hay que servir poquito y antes de probarlo, hay que olerlo. Parecerá una tontería pero son esa clase de detallitos los que diferencian a alguien que sabe de alguien que finge saber. Una vez dicho esto, pasemos a los sitios a los que van los sumillers (para los mortales, experto en vinos).
Al Settimo Cielo
C/Humilladero, 3
Sabemos que no hay presupuesto para una escapada romántica a la città eterna (Roma) que bastante te has gastado en festivales. Aquí puedes vivir un momento a lo Dama y el Vagabundo sin salir de la zona A y sin ninguna pretensión ya que además del vino italiano, lo que predomina es la pizza. Es más, si vas con esta oferta, te aseguro que volverás a tu casa parlando italiano ¡Mamma mia!
Lágrimas Negras
Avenida de América, 41
No, no es el título del nuevo tema de Marilyn Manson, ni otra peli de vampiros blandengues. Se trata de un restaurante de gente bien llevado por profesionales con estrellas Michelín, así que si eres becario o autónomo, mejor que lo descartes de la lista. Si subes a su ático tienes una panorámica del skyline madrileño que no tiene nada que envidiar a los que mencionamos en este post.
Vinícola Mentridana
C/ San Eugenio, 9
Está por la zona de Lavapiés y es un sitio donde siempre te van a recibir con los brazos abiertos. Cada vez que voy, pido el vino del mes acompañado de una tosta (mi favorita es la de tomate con pesto). Además está cerca del Cine Doré, uno de los cines con más encanto de Madrid, así que es perfecto para un plan cooltureta.
Tapeando
C/ Bravo Murillo, 26
No solo los sumillers, sibaritas y esa clase de personas que viste con naúticos, El Ganso y bolsos más caros que todo tu armario, tienen derecho a un buen vino. Aquí podrás comer, beber y reírte todo lo que quieras sin necesidad de pasar penurias durante el resto del mes. Eso sí, si consigues hacerte un hueco en la barra, ya que suele estar hasta la bandera.
La Venencia
C/ de Echegaray, 7
Si quieres adentrarte el Madrid más castizo y tradicional, éste es el sitio. Es una aguja en el pajar que forman los innumerables bares de la zona de Huertas, dedicados al ocio nocturno. Las paredes están repletas de anuncios antiguos de bebidas y la carta de raciones es escueta, pues el protagonista es el vino. Como curiosidad, no sirven ningún tipo de cerveza y tampoco aceptan propinas.