De Ischia a Madrid y haciendo las cosas del mismo modo en que se hacen en Ischia. Ese es, grosso modo, el espíritu de la Tavernetta del Pirata, el recién abierto restaurante italiano en la zona de Ríos Rosas. La única voluntad de Babi –dueña y nieta de los abuelos que abrieron este icónico restaurante en su isla natal– es algo tan ambicioso como conseguir que la gente tenga un buen recuerdo de la experiencia culinaria. Y spoiler: lo consigue.
Lo consigue, suponemos, porque la primera intención de la Tavernetta del Pirata es honrar al restaurante original. ¿Cómo? Por ejemplo importando el Meloncello (sí, limoncello de melón) y respetando la ejecución de las recetas; llamándolas, incluso, por el nombre de sus abuelos. Los Bucatoni del Nonno llevan pasas, piñones, pan frito y queso y los de la nonna (Penne alla Pirata) llevan tomate fresco, albahaca, aceitunas negras, alcaparras, Parmigiano y Pecorino Romano.
¿Lo mejor? Que te lo sirven en la misma mesa y una vez servido, la cazuela no se mueve de la mesa y puedes seguir echándote hasta que no puedas más.
Babi habla orgullosa de sus proveedores de pescado (Pescaderías Coruñesas), de sus proveedores de verdura, de su carta de vinos, de su vajilla, hecha a mano en Italia. Hay una clave para que un restaurante funcione: no dejar nada al azar y controlar todos los detalles. Y esto es algo aquí se cumple.
Santa Engracia, 26.
Alrededor de 30€.