¿Qué es lo más característico de un taxi? Probablemente sea su omnipresencia en las calles madrileñas, pero también lo asociamos a nuestras continuas miradas al taxímetro para sufrir cada vez que se suman otros cinco céntimos a la cuantía final. Parece que este hábito masoquista será cosa del pasado desde enero de 2020.
Los precios variables en función del recorrido suponían una desventaja para los taxis en su competencia con los vehículos con licencia VTC, puesto que hasta ahora era imposible conocer el importe definitivo antes de subirse a un taxi, mientras que la tarifa prefijada siempre ha sido un valor añadido en los VTC.
El sector del taxi madrileño se sube al carro digital con la creación de una tarifa fija a partir del año que viene. La idea es que esta modalidad funcione cuando el usuario contrate el servicio de antemano. Durante el trayecto el taxímetro se pondrá en marcha y el viajero pagará el importe más bajo: el que señale la pantalla o el que se le había comunicado antes de empezar la marcha. La elección será del cliente.
Los planes para llevar a cabo esta iniciativa comenzaron hace aproximadamente un año, y se esperaba su implantación para 2019. La novedad llega con el descuento ecológico en episodios de alta contaminación, es decir, que los taxis de Madrid rebajarán sus tarifas un 10% cuando el aire de la ciudad esté muy contaminado para desincentivar el uso de los vehículos particulares.
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