Este 2021, tras años de obras, la remodelación de la estación de Gran Vía ha visto por fin la luz al final de sus largos túneles. Entre las novedades de la reapertura de la antigua estación de la Red San Luis, la Comunidad de Madrid apostó por recuperar el templete original homónimo que, sorprendentemente, está ubicado en un pequeño pueblo gallego: O’ Porriño.
Ahora bien, ¿cómo acabó un monumento de Madrid en una pequeña ciudad de Galicia?
Encargado al arquitecto Antonio Palacios, el inmenso templete de granito sirvió de vestíbulo de acceso de la primera línea de metro de Madrid, y que atravesaba la ciudad de norte a sur.
La marquesina y su ascensor estuvieron operativos de 1920 hasta 1970, año en el que se retiró para inaugurar los pasos subterráneos de acceso a la nueva línea 5. La Compañía del Metropolitano de Madrid decidió retirarlo y cederlo al Ayuntamiento de O’Porriño, en Pontevedra: el lugar que vio nacer a su creador.
Cuando la Comunidad de Madrid decidió renovar la emblemática estación de Gran Vía, en 2018, fantaseó con la idea de recuperar el templete de la Red de San Luis. Tras la negativa del Ayuntamiento porriñés de devolver el original y el mal estado del monumento, el Gobierno madrileño optó por levantar una réplica (casi) en el mismo lugar.
Hoy, inaugurada la nueva estación de Gran Vía, tanto los madrileños como los porriñenses pueden disfrutar por igual de la extraordinaria obra Antonio Palacios, el gran revolucionario de la arquitectura capitalina.
Agradecimiento especial a @sergiomoru por compartir con nosotros este secreto.