«Corbatas aquí no venden, ¿verdad?», pregunta una clienta que entra con su marido a la tienda de ropa Lace It. Tito sonríe, sentado en uno de los sofás Chester de la entrada del local, le responde con un escueto «no» y despide amablemente a la curiosa pareja. Tito Customs no vende corbatas, pero si lo hiciera, antes las customizaría. Es a lo que se dedica este madrileño de 23 años que desde la irrupción del COVID hace las zapatillas de los influencers.
Andrés Martínez Panadés, al que todos conocen como Tito, formaba parte de ese intrépido grupo de adolescentes madrileños apasionados por las zapatillas más exclusivas, quinceañeros que guardan cola durante horas para hacerse con unas Air Jordan de edición limitada. «Metía en los sorteos hasta a mi abuela», recuerda con gracia a Madrid Secreto.
Ya en la universidad, decidió dar un paso adelante y pidió botes de pintura a Norteamérica para customizar su calzado. Solo quería hacer sus propias zapatillas, pero gustaron tanto a sus amigos que las empezó a vender a través de una cuenta de Instagram, a la que llamó Tito Customs.
El primer influencer que se hizo con unas fue El Cejas, y los pedidos no han parado de crecer desde entonces. «A finales de 2019, un tío de Castellón me pidió un par, y pensé que esto podía ser una salida», reconoce Tito, que poco tiempo después sacaría dos colecciones con el trapero Kidd Keo: las zapatillas se llegarían a valorar en 10.000 euros.
Antes de concluir el 2020 abrió su propio espacio en la tienda Lace It, una referencia para los amantes de la ropa urbana de edición limitada. Un local en el número 3 de la calle Campoamor que expone zapatillas, aunque hay quien las considera como joyas. Por eso no es extraño que los pares más valorados se guarden por separado, como una colaboración de Gucci con Nike.
Por la tienda han pasado un sinfín de celebrities, desde María Pombo al cocinero Burak, con 28,8 millones de seguidores en Instagram. También han vestido sus zapatillas deportistas como el jugador del Real Madrid, Marcelo Vieira, o el piloto de Ferrari, Carlos Sainz JR; actores de la Casa de Papel como Jaime Lorente o cantantes como Duki o Rauw Alejandro.
«Cuando compras unas zapatillas, por muy exclusivas que sean, siempre las va a tener alguien. Pero las nuestras son todas diferentes, sin plantillas y se tarda por lo menos 20 horas en hacerlas«, explica el creador del proyecto, que cuenta con cuatro artistas que las hacen a mano. Una de ellas, Mónica Marín, es además la vocalista del grupo madrileño Lane cuyo single Ice Cold cosecha más de 5 millones de reproducciones en Spotify.
Tito Customs trabaja de dos maneras: puedes traer tus propias zapatillas, viejas o recién compradas, o puedes comprarlas en Lace It y customizarlas. Antes de empezar con el trabajo físico, el modelo diseñado se presenta en 3D para que el cliente participe y dé su visión. Una experiencia, más que un producto, que Tito traslada a otros campos.
El pasado verano organizó fiestas donde pintaba el cuerpo a todos los que asistían a la discoteca Blue Puerto Sherry en el Puerto de Santa María (Cádiz), y pretende lanzar más eventos temáticos en Madrid, con el arte de por medio. Tito Customs comprende que tiene que estar en todos los sitios para que su marca sea cada vez más reconocida, y así concluye: «Las zapatillas son un lienzo sobre el que expresarte, pero no el único».