“No es porque yo trabaje en el proyecto, pero es muy potente”, dice casi al final de la llamada Rafael Bastante, fotoperiodista y responsable de la comunicación de Traductores del viento. Y a uno no le queda más remedio que darle la razón: Traductores del viento es un proyecto de rehabilitación, recuperación, resignificación y reutilización de “una antigua estación de tren de la línea Madrid-Burgos que quedé en desuso hace 20 años”.
La estación es la de Bustarviejo, la conversión está avanzada y el resultado tendrá forma de espacio cultural. ¿Y qué es algo tan vaporoso como un espacio cultural? Le preguntamos a Rafa por un espacio que se le pueda parecer a lo que será Traductores del viento en un futuro no muy lejano: “no sabría con que compararlo, ¿con Matadero? No sé… Matadero es muy grande”. Quizás la mejor forma de aproximarse al futuro de la estación de Bustarviejo sea enumerando algunas de las cosas que se harán: conciertos, talleres, residencias artísticas, obras de teatro o exposiciones.
La estación, por otro lado, fue construida por presos durante la posguerra “tanto esta estación como un penal de trabajos forzados que están como a un kilometro y es de los pocos que quedan” y añade Rafa que “el proyecto tiene dos ramas: la rama cultural de puesta en marcha de este edificio y otra parte de memoria histórica sobre la que ahondaremos más adelante”.
No es difícil hacer un ejercicio imaginativo acerca cuál era el estado de la estación tras estar cerrada durante casi veinte años. Y no es difícil, tampoco, imaginar lo que supone una reforma del espacio. En cualquier caso, para ayudar en este acto, Rafa dice “el edificio estaba bastante destrozado y ahora está bastante bien”. Y el culpable de este avance significativo es Miguel Ángel Invarato, responsable de Traductores del viento, quien literalmente ha cogido pico y pala para adecentar la estación.
Ahora el proyecto está en plena fase de financiación (“hay músculo, pero al final la pela es la pela”, dice Rafa) y para ello se ha hecho una campaña de comunicación que, bajo el nombre de Súbete al tren de la cultura, ha reunido a participantes como Almudena Cid, Christian Gálvez, Alberto Amman o Melanie Olivares. Algo así como un crowdfunding en el que se puede participar en este link.
Fotos: Rafael Bastante.