La posesión de una casa en los aledaños del Retiro no tiene las mismas connotaciones si está en el cruce de O’Donnel con Menéndez Pelayo que si está en la zona de Pacífico. No ya tanto por el barrio en el que se integra y el precio del metro cuadrado de la zona (que también), sino por el número de accesos al parque que copan una zona y otra.
Para muestra, los dos kilómetros que tienen que recorrer los 55.000 vecinos afectados de Pacífico, Adelfas y Jerónimos Sur si quieren acceder al parque. Entre la puerta del Ángel Caído y la de Mariano de Cavia no hay ninguna entrada accesible para, por ejemplo, carritos de niños o personas con diversidad funcional.
Los afectados por esta zona gris (por ponerle un color) llevan años elevando la voz para exigir una puerta. La iniciativa la promueve el AMPA del Colegio Retiro y, quizás, cuando más visibilidad alcanzó fue en la plataforma Decide Madrid.
El objetivo concreto, de hecho, sería coger la antigua Puerta del Olivar (una puerta de 1824 que estuvo en la zona donde debería estar ahora y que actualmente está en los Jardines de Cecilio Rodríguez) y trasladarla a su antiguo lugar. Los vecinos piensan, además, que esta acción vendría acompañada de una consecuente rehabilitación de la zona.
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